La discusión sobre las infancias trans ha vuelto a generar polémica. Por ello, la presidenta de la Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred), Geraldina González de la Vega, dijo que las infancias trans, ciertamente son niños, niñas, niñes, adolescencias, cuya identidad de género difiere del sexo asignado al nacer.
Hace unos días, se registró un enfrentamiento en el Congreso de Ciudad de México entre integrantes la comunidad trans y activistas de los derechos humanos contra personal del recinto legislativo y personal de la banda del Partido Acción Nacional (PAN).
El motivo de tal hecho fue la iniciativa presentada por la diputada del PAN, América Rangel, que contempla una pena de dos a siete años de prisión, además estipula que se considere como delito toda presión, condicionamiento, obligación que una persona adulta ejerza sobre un menor de edad para determinación de su identidad sexual.
La iniciativa parte del supuesto de que un menor no tiene la capacidad por si solo para decidir su identidad sexual. Asimismo, afirma que el reconocimiento a las infancias trans es sinónimo de “someter a las y los menores de edad a procedimientos quirúrgicos y una serie de tratamientos hormonales”.
Esto último fue considerado por activistas como una promoción a los discursos de odio.
“Lo que hacen es visibilizar, primeramente el pensamiento de estas sociedades retrógradas, conservadoras que no visualizan que las personas trans ocupen un lugar, un espacio en este mundo y que como tal no puedan ejercer de manera plena sus derechos”, comentó la coordinadora del Centro de Apoyo a Identidades Trans, Rocío Suárez.
Las y los activistas señalaron que lo que se busca es que se respete la existencia de las personas trans en todo el mundo.
“Hablamos del reconocimiento a la identidad de género, ese es un tema importante en el proceso de transición de las personas, de las adolescencias, desde las infancias, las personas trans puedan sentirse felices, puedan sentirse aceptadas, arropadas por su familia, por su comunidad, por su entorno más inmediato”, resaltó Rocío Suárez.
De igual manera, con la iniciativa se demanda castigar con cárcel a las y los padres que decidieron acompañar a sus hijos, hijas e hijes en el proceso de transición. Un tratamiento hormonal y procedimiento quirúrgicos no son tratamiento de proceso rápido, se necesita de acompañamiento psicológico orientación endocrinológica, que son ofrecidos en las unidades de salud de primer nivel en CDMX.
“No es un lavado de cerebro, no es que las mamás estén presionando para que sus hijas adquieran y lo digo entre comillas, adquieran, otra expresión u otra identidad de género. Son madres y padres que son abiertos en la educación de sus hijos e hijas, que entienden que los niños son titulares absolutos de derechos y que la identidad de género no es un derecho que tengas a partir de la mayoría de edad”, detalló Geraldina González de la Vega.
En ese sentido, la Clínica Especializada de la Condesa enfatizó que “es falso que en CDMX, se mutile las partes privadas de niños trans como aseguró la diputada Rangel. Es irresponsable asegurar que al año se hormoniza a más de mil menores de edad. La infancia y la juventud trans atendida en la Unidad de Salud Integral para Personas Trans reciben seguimiento relacionado con su identidad de género desde un abordaje paido-psiquiátrico y de género”.
Ante este panorama, las y los activistas alertaron que iniciativas como la de PAN en el Congreso capitalino promueven discursos de odio y tergiversan de manera “malintencionada” los avances que se han logrado en el reconocimiento de la comunidad de trans y de la población LGBTIQ+.