Esta semana, el Museo de Ciudad de México alberga en sus instalaciones rótulos coloridos y festivos realizados por rotulistas, artistas gráficos y diseñadores. La exposición busca revalorizar esta expresión que ha sido vilipendiada por líderes políticos (as), así como hacer un llamado para reconocer su importancia en la gráfica popular y trabajar para declararlos Patrimonio Cultural debido a su aportación en la identidad de Ciudad de México.
Esta exposición se enmarca en el foro llamado ‘Gráfica urbana chilanga. Re rotulando y re muralizando‘ convocado por la Secretaría de Cultura de Ciudad de México. Es una iniciativa institucional, que se llevó a cabo el pasado 22 y 23 de julio en las instalaciones del Museo de Ciudad de la México.
Estos foros reunieron a activistas, artistas y especialistas en defensa de la gráfica popular en dos mesas de discusión: en la primera, denominada “Gráfica y diseños chilangos”, se reflexionó la importancia de proteger y preservar rótulos y murales, así como de reconocer su aporte a la cultura gráfica de esta ciudad. Además se propuso que se trabaje en conjunto para declarar a los rótulos como Patrimonio Cultural.
En la segunda mesa, que se llevó a cabo el 23 de julio, se reflexionó sobre la importancia del movimiento sonidero y la relación estrecha que guarda con rótulos, murales y la gráfica urbana, asimismo sobre sus aportes y las batallas que han tenido que enfrentar sonideros y sonideras por el reconocimiento de este género musical.
Contaron con la participación de Sonido la Changa, ícono de este género, y también estuvieron presentes las Musas Sonideras, de Marisol Mendoza, un movimiento que congrega alrededor de 50 mujeres de las periferias de la ciudad, de otros estados y de Estados Unidos.
En esa mesa se hizo un llamado para que el sonidero sea considerado Patrimonio Cultural Intangible de Ciudad de México y que se tome en cuenta como fuerza laboral para incluirlo en la Ley del Trabajo y la Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos.
El rótulos es muy libre como ser chilango
Colores cálidos, letras pintadas a mano y cumbia sonidera, que sonaba desde las bocinas en las esquinas del Museo, inundaban al viejo recinto. En la entrada estaba Martín Hernández Robles, rotulista reconocido y tradicional, pintando con perseverancia algunas de las letras que explicaban la razón de ser y existir de esta exposición.
En entrevista con Once Noticias, Don Martín consideró que este evento institucional dignifica el rótulo, como una labor que por muchos años ha marcado una tradición única en la Ciudad. Él se ha dedicado a lo largo de su vida a este oficio, sin embargo, es en los últimos meses que se ha visibilizado, lo que consideró algo positivo.
Una de las cosas que llamó la atención era observar a muchos rostros jóvenes pintando rótulos. Ante esto, Don Martín dijo que para él era muy reconfortante ver que jóvenes se expresan a través de los rótulos y buscan darle continuidad al oficio.
“Hace unos años pensaba que este oficio, como tradición, estaba por perderse pero me doy cuenta que la tradición de la gráfica popular en Ciudad de México se va a transformar, readaptar y se enriquecerá”, expresó al medio.
Además resaltó que era importante que las instituciones voltearan a ver a este oficio y a la expresión misma, “antes no nos habían visualizado, a pesar de que por muchos años este trabajo ha sido estado presente. Pienso que con esto es darle un nuevo impulso”, aunque dijo que de forma paradójica fue propiciado por la imposición de las mismas autoridades.
Y es que hay que recordar que en mayo pasado, Sandra Cuevas, alcaldesa de Cuauhtémoc, mandó borrar los rótulos de los comercios callejeros bajo el argumento de “poner orden y disciplina” y de “mejorar la imagen urbana” en la demarcación.
En su lugar ordenó poner logotipos institucionales en al menos mil 500 puestos semifijos ubicados en dicha Alcaldía. Este “blanqueamiento” que hubo en la alcaldía Cuauhtémoc generó una ola de inconformidad que derivó en una crítica por parte de artistas gráficos, diseñadores (as), artistas populares, grafiteros (a), muralistas, rotulistas y ciudadanos (as) que comenzaron a organizarse para protestar.
Miguel “Miqe” Ayala fue uno de los creadores que intervino con un rótulo sobre Sonido La Changa. En conversación con Once Noticias, platicó que hizo una gorila con tintes realistas para hacer referencia a este sonidero.
“Miqe” Ayala, quien también hace tatuajes, dijo que hacer rótulos es un oficio muy noble y que responde a lo que los clientes piden.
“El rotulo es un jale muy noble, es una expresión muy noble, porque en todos lados se requiere. Para mí el rótulo fue el principio para llegar a hacer cosas de gran formato, me dio la noción de proporción y así fui agarrando chambas de rótulo desde hace 4 años”, expresó.
Al conversar sobre la condensación de la identidad chilanga en esta expresión, “Miqe” dijo que el rótulo tiene carisma, creatividad y libertad: “el rótulo va a un lado del diseño, pero rompe con el diseño gráfico, es muy libre. Yo creo que ser chilango es ser muy libre. Siempre saca algo donde no lo hay, el rótulo es así, es una mezcla de muchos estilos”, compartió.
Dijo que el borramiento de los rótulos es absurdo, ya que es un intento por borrar la identidad cultural y que busca sustituirse por la identidad política, “es absurdo e incongruente porque impone y es autoritario”.
Además dijo que es importante que se revalore la gráfica popular, pero también sumó a decir que el gobierno debe reconocer a los rotulistas en sus derechos laborales, porque es también parte de la fuerza laboral del país, “creo que debería el gobierno de voltearlos a ver”, concluyó.
La exposición “Gráfica urbana chilanga. Re rotulando y re muralizando’ estará en el Museo de la Ciudad, ubicado en el antiguo Palacio de los Condes de Santiago de Calimaya, sobre avenida Pino Suárez número 30, en un horario de 10 a 17:30 horas.