A partir del 11 de julio, la Línea 1 del Metro sufrirá un proceso de modernización completo, este iniciará de Pantitlán a la estación Salto del Agua, y la segunda fase, que empezará hasta febrero del 2023, será en el resto de la Línea que es de las estaciones Observatorio hasta Balderas.
Luego de 53 años de servicio, los sistemas de la Línea Rosa son obsoletos, refiere el Gobierno de Ciudad de México.
Sus componentes metálicos como vías, rieles, trenes, el sistema de control y sus sistemas de alimentación de energía ya cumplieron con su vida útil y ya presentan desgaste.
El Once realizó un recorrido por la Línea 1 del Metro para conocer cuáles son las zonas más afectadas y cuya rehabilitación obligará al cierre de esta ruta que a diario transporta a medio millón de personas.
Se sustituirán 150 mil toneladas de balasto, el total de piedras de la Línea 1.
La infraestructura deteriorada ha impactado en el tiempo de traslado de los trenes, por lo que ya es urgente la sustitución, declaró el ingeniero del proyecto, David Escalante.
“Como podemos ver aquí, este elemento llamado pista de rodamiento acumula muchos pasos de trenes que llegan inclusive a desgastar su superficie, dejándolo más liso y también, en algunos casos, haciéndolo menos apto para la operación”. dijo David Escalante.
Los durmientes se cambiarán por su deterioro, como puede observarse en la estación Pino Suárez.
Además, se sustituirán el sistema electrónico, ya que el que se usa actualmente se basa en tecnología de hace 50 años.
““Los sistemas más modernos son basados en telecomunicaciones, vamos a retirar algunos de estos elementos que nos requieren estar dando mantenimiento y vamos a poner una red de telecomunicaciones aérea en toda la línea y vamos a estar conectados en todo momento con los trenes”, agregó David Escalante.
La primera fase de la renovación estará lista en febrero del próximo año, e inmediatamente dará servicio nuevamente a los usuarios.
