
Las llamadas de broma a los números de emergencia no son un juego: cada una representa una distracción crítica de recursos que pueden ser necesarios para salvar una vida, advirtió Salvador Guerrero Chiprés, coordinador general del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) de la Ciudad de México.
Tan solo al número 911, el C5 recibe diariamente 20 llamadas falsas, que suman más de 9 mil al año. Estas bromas implican el desplazamiento innecesario de patrullas, ambulancias o cuerpos de bomberos, y en muchos casos simulan emergencias médicas, incendios o situaciones de riesgo a la integridad de personas.
“Estas llamadas distraen recursos institucionales y humanos. Pueden convertirse en un riesgo de no atención para quienes enfrentan una verdadera emergencia”, explicó Guerrero Chiprés.
El 96 % de las llamadas al C5 llegan al 911, lo que convierte a esta línea en la más afectada por las bromas.
La situación es grave: el 10 % de estas falsas alertas fingen atentados, problemas de salud o incendios.
Además del impacto operativo, las consecuencias legales no son menores. El Código Penal de la Ciudad de México, en su artículo 211 quarter, establece penas de hasta dos años de prisión y multas cercanas a los 11 mil pesos para quienes realicen este tipo de llamadas.
“Estamos incurriendo en una situación prácticamente criminal cuando se bloquea la atención a alguien que está en peligro real”, enfatizó el funcionario.
Guerrero Chiprés llamó a fortalecer la cultura cívica y el uso responsable de las líneas de atención ciudadana, entre ellas:
- 911 Emergencias
- 089 Denuncia anónima
- 55 50 36 33 01 Línea anti extorsión
- *765 SOS Mujeres
- *0311 Locatel
- *426 Línea de fugas de agua
“Sin comunidad no hay seguridad. Entre más preocupada esté la ciudadanía por prevenir, menos bromas se harán”, concluyó.