El culto a los muertos en México no tiene comparación. Una ofrenda se compone de recuerdos de los que ya no están.
En Reforma 37, en la capital mexicana, se alza un cráneo de 13 metros de ancho y 8 de altura, impulsado por el diseñador francés Jean-Paul Gauhtier. es algo distinto.
“Por la parte de afuera tenemos 200 cráneos de barro en el interior tenemos pura flor de cempasúchil que fueron aproximadamente como tres camionetas y de macetas fueron dos camionetas de tres y media”, Alejandro Cruz, organizador.
“Bueno yo me puse a investigar antes de venir y tiene piezas especialmente diseñadas por artistas mexicanos”, Ely, visitante.
En la calle de Tacuba, afuera del Museo Nacional de Arte, hay un muro de madera para dejar fotos de seres queridos que se adelantaron.
“Me parece una idea pues muy bonita que lleva mucho significado de nuestras tradiciones. ¿De quién estamos hablando en la foto? De mis papas mi mamá Estela y mi papá viejo”, Estela, visitante.
La plancha del Zócalo también es escenario de ofrendas de las 16 demarcaciones capitalinas y de los estados de México, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Guerrero, Tlaxcala y Yucatán, entre otros.
“Esto está muy hermoso tradiciones viendo una tradición de nuestros antepasados que es muy bonito”, Delfino, visitante.
“Hay muy bonito lugar; Mira el mole tradicional, no sé de dónde es el mole. Se ve muy rico”, Yolanda, visitante de Hidalgo.
“Hay todas las ofrendas que rescataron la parte ancestral, las piezas, los platillos típicos de México, el mole, las semillas, todo eso”, Karen, visitante.
Entre el folclor mexicano, encontramos a la muerte, a “eso” y a la catrina. dar miedo, su objetivo. y también, posar para la foto.
“A cómo la foto? Ah es de cooperación ¿Sí? Claro. ¿Cuántas fotos llevamos? A pues poquitas me acabo de poner casi”, Geda, representación de diosa.
“¿Eso si espanta amigo? Claro que sí”.
“10 pesos la foto ¿por qué venir así.? Porque la muerte es vida y la vida está llena de colores y pues tenemos que hacer una vida llena de colores. Nos vamos a tomar la foto claro que sí”, La Catrina, Luis Cortés.