
Debido al machismo que predomina en el ambiente del motociclismo, en muchas ocasiones fueron discriminadas, pero en éste “el tiempo de las mujeres”, lo han conquistado.
“Es aparte de muchísima adrenalina, es como la libertad en su máxima expresión”, aseguró Sivel Hernández, corredora de motos.
Libertad, eso representa para ellas el motociclismo.
“Mucha gente dice que la moto no te da libertad y creo que es al revés, porque yo soy libre, puedo andar en moto” señaló la motociclista, Lucero Urbina.
Rompiendo estereotipos
“Creo que ya se ha roto esa barrera, porque exactamente las motos como estaban diseñadas para el género masculino eran pesadas, bueno, también los materiales, altas, pero ahorita ya hay motos muy pequeñas, muy ligeras”, aseguró la motociclista, Lilian Urbina Hernández.
Ejemplo de ello es Sivel, quien a sus 25 años lleva dos años como corredora profesional de motovelocidad, disciplina deportiva que se practica en circuitos pavimentados, donde el objetivo es recorrer una distancia determinada en el menor tiempo posible.

“De hecho la mayoría de veces compito con hombres. Pienso que por lo del nuevo campeonato mundial femenino, en los track days empezó a haber categorías femeninas. Entonces, también corro con chicas” explicó Sivel Hernández.
Asimismo, Jessica Gil demuestra que las mujeres pueden desempeñar cualquier rol, ella es mecánica de motocicletas.
“Vamos par arriba y nos estamos dando a notar. Tengo mis clientes ya de tiempo. Al principio fue muy difícil, o sea, como el darte a notar, el darte a respetar fue muy difícil porque llegaban al taller en el que yo tenía un chico que me ayudaba y se acercaban a él a preguntarle”, relató Jessica Gil, mecánica de motocicletas.
Susy es mensajera por cuenta propia. La moto es su medio de transporte y de sustento.
“Ya tienes tu cartera de clientes, manejas documentos, manejas ir incluso al banco hacer pagos, cobrar cheques, llevar documentación que sí es un poquito más delicada, trabajo con abogados, trabajo con peritos, trabajo productos de belleza”, explicó Susy.
En 2005 Lucero y Liliana fundaron el “Motoclub orquídeas”, exclusivo para mujeres.
“Necesitábamos un espacio para que dejáramos de ser la amiga de, la novia de, la esposa de, sino simplemente ser mujeres que ruedan, porque les gusta rodar e ir ganando nuestro propio espacio”, subrayó Lucero Urbina.
Gaby Urquiza es activista en favor de los derechos de las motociclistas.
“Vamos a colaborar con esta asociación para hacer conciencia en escuelas a nivel bachillerato y algunas otras cosas. Que los chavos sepan cómo se lleva el motociclismo y aprendan a portal el equipo”, dijo Gabriela Urquiza.
Todas coinciden en que a la moto nunca hay que perderle el respeto, pero ellas, dicen, seguirán rodando.