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Oyuki pugna por los derechos trans y la inclusión familiar

Ha enfrentado no sólo la discriminación, si no también la violencia de las calles de Iztapalapa, de donde es originaria.

Sorely, es hija de Oyuki Martínez, una mujer trans de 45 años que la ha criado a ella siempre desde el amor y quien es conocida como “Mapa” y se desempeña como coordinadora comunitaria de la Unidad de Salud Integral para Personas Trans (USIPT) en Ciudad de México, donde lucha por los derechos de su comunidad.

“Estoy agradecida con la vida, porque ella (Oyuki) sea parte de mí y que la amo con todo mi ser y que estoy muy orgullosa de lo que es, de todo lo que ha logrado y que sé que va a lograr”, expresó la hija de Oyuki, Sorey Martínez. 

En ese sentido, la coordinadora comunitaria de la USIPT, Oyuki Martínez, expresó: “es una adolescente que el próximo año se recibe como psicóloga, tengo un jovencito que cumple 13 años, el que le sigue cumple 11, d ahí 10, ocho años, seis años y dos años”. 

Oyuki Martínez detalla que “sus hijes ven a la persona, no la identidad. Ven a las personas y saben reconocer que esa persona tiene derechos. Sin mirar a quien, porque el camino no es fácil para las familias diversas”.

“La mayor enseñanza, creo que la parte de ser una persona fuerte, pero con calidad humana es lo que ella me ha dejado. Cómo ayudar a las personas, que no importa qué tanto te haya lastimado. Si tienes la oportunidad de ayudarle sin pensarlo. Esa parte me encanta de ella”, dijo Sorey Martínez.

Además, Sorey expresó: “no todos los papás, justamente tienen como este pensamiento esta abertura, a las disidencias, entonces de repente como que me excluían”

Lucha constante

Reconocer que somos hacedoras de derechos y que además las personas trans también somos profesionales, romper esos estigmas es exclusión”, resaltó Oyuki. 

Oyuki enfrentó no sólo la discriminación, también la violencia de las calles de Iztapalapa, de donde es originaria.

“Yo vengo de las calles, porque llegué a las calles después de la violencia y la exclusión y la discriminación que vivía en la familia, una violencia por expresar mi identidad y mi expresión de género, en esos años, eran los años ochenta o noventa, donde además el concepto trans no estaba todavía permeada en la comunidad”, detalló. 

Las circunstancias, la llevaron a combinar el trabajo sexual con sus estudios, convirtiéndose así, en la primera mujer trans en graduarse de la Universidad Autónoma de Ciudad de México (UNAM).

“Hice un artículo, le puse ‘Del talón al salón’, porque prácticamente terminaba de trabajar en las calles a las cuatro o cinco de la mañana y tenía clases a las siete de la mañana en la universidad, la violencia me llegó justamente a formarme como licenciada en Ciencias Políticas y Administración Urbana”, contó. 

Picando piedra, ha hecho valer su derecho a la familia, al estudio, el reconocimiento, a la inclusión y sobre todo, al libre desarrollo de la personalidad. Hoy lucha por combatir las violencias hacia la comunidad LGBTIQ+, cuyo origen, asegura, vienen de la falta de información. 

“A veces discriminamos, sin darnos cuentas que a veces, violentamos tenemos todo tan interiorizado y la violencia está tan interiorizada que no nos damos cuenta”, finalizó. 

Medidas para garantizar el derecho al voto de personas trans

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