El tallerista Cristian Pérez imparte clases de danza clásica y danza folklórica mexicana en Pilares Selene, alcaldía Tláhuac.
Su labor en este centro le llena de orgullo, porque su comunidad no paga para ir hasta el Centro de Ciudad de México y menos por recibir la clase.
“Para mí es importante porque es una oportunidad para desarrollarme profesionalmente, me hace conocer gente, contacto a través de la danza nuevas formas de aprendizajes, les doy clases a mi comunidad en Pilares”, dijo Cristian.
La coordinadora de Vinculación Cultural, Magali Cadena, comentó que para poder aprender danza, la gente generalmente tenía que desplazarse hasta el Centro de la ciudad.
“Instalarse en puntos de mayor necesidad donde ni siquiera las casas de cultura de las alcaldías habían llegado, segundo es que los talleres estén dentro de esta infraestructura para poder acercar a la gente lo que tiene que ver con los temas artísticos para hacer el ejercicio de los derechos culturales”, comentó Magali Cadena.
Karen Monroy, coordinadora de Cultura en Pilares Tláhuac, informó que habrá 14 centros en la demarcación.
Urgía este proyecto, aseguró, para que su comunidad acceda a la iniciación artística.
“Nos ha permitido llevar a todos esos jóvenes y adultos sobre todo, y niños para que haya un cambio de vida en ellos, esta brecha social está muy fuerte, yo creo que sí necesitamos cambiarla y darle un giro a sus vidas”, sostuvo la coordinadora de Cultura en Tláhuac.
Ayudar a su propia comunidad es una gran satisfacción, expresó Alejandra Plata, quien imparte costura en Cuautepec, Gustavo A. Madero:
“Es muy padre y mucha gente se ha acercado y nos dice es que yo no sé ni siquiera tomar una aguja o prender una máquina, entonces, ver el avance que tiene es muy significativo para nosotros y más cuando nos platican su proyecto”.
En los Pilares hay 2 mil 500 talleristas de arte, de oficio y promotores culturales.
Mario, es el director de Pilares Girasol en la Gustavo A. Madero. Vive la gran oportunidad de brindar apoyo a su comunidad.
“La transformación de espacios y proyectos sociales es importante para la gente, porque les brinda educación, cultura y deporte, el ejercicio de los derechos en el cual anteriormente no estaban marcadas y yo, por ejemplo, en la preparatoria y universidad nunca tuve una beca y ahorita muchos jóvenes tienen oportunidad de seguir estudiando”, dijo Mauro Vázquez, director de Pilares, GAM.
Pilares Tepito, se ubica en medio de los locales comerciales y las viviendas, en su mayoría vecindades, hay pocos parques y áreas deportivas.
Tiene calles de difícil acceso, incluso no se puede salir a jugar por la cuestión de los puestos, de las motos, entonces, Pilares es fundamental, porque tener un lugar donde haya un árbol, una banca para sentarse es calidad de vida, así lo calificó el maestro de matemáticas titulado en la UNAM y vecino del famoso barrio bravo.
“Si encima de eso se ofrecen actividades que te permiten reforzar ciertas dinámicas académicas, culturales o generar cierto taller que te permita aprender, pues es algo que cambia la perspectiva, que amplía la visión de lo que tú puedes ser y de la vida que tú puedes tener, y estos espacios son fundamentales”, expresó Ignacio Hernández, maestro en Tepito.
El docente Humberto Nava imparte artes plásticas con actividades psicomotrices. Su labor en Pilares, dijo, no es un empleo:
“Es importante no tanto por el empleo, sino por la ayuda que se hace a la comunidad, por este trabajo en comunidad, este intercambio de conocimiento, pues no solamente venimos a enseñar si no aprender de la comunidad”.
A decir de la socióloga, Silvia Fernández, hace falta más difusión de estos centros.
Eso sí, enfatizó, es un acierto que los Pilares estén en las zonas más rezagadas o de difícil acceso de la ciudad, y mejor aún, que los docentes sean de la propia comunidad.
“Es una situación bien increíble, porque, entonces es la misma gente que está ayudando a su gente, es la misma gente que está viendo la necesidad que hay en su entorno, entonces, no viene una persona externa a querer enseñar o querer cambiar o modificar algunas circunstancias de su forma de vida”, finalizó Silvia.