En el marco del mes del orgullo LGBTIQ+ se llevó a cabo el Foro “Derrumbando los muros de la desigualdad: orgullo para combatir el odio y acabar con los Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género (ECOSIG)”, en el Archivo General de la Nación (AGN) con el objetivo de dialogar e impulsar medidas, para desmantelar estas prácticas hacia la población LGBTIQ+.
En la Crujía J, lugar en la que se alojó a la población sexodiversa mientras estuvo en funcionamiento la penitenciaria Lecumberri, se llevó este foro y contó con la participación de diversas voces como el diputado local, Temistocles Villanueva, Erica Salinas (activista, fundadora y directora de Sociedad Activa AC) y Marsha Beya Rubyn (activista trans), Donají Morales (Subdirectora de Planeación de la Coordinación de Memoria Cultura de México), la diputada Silvia Sánchez Barrios, Joaquín Hurtado, entre otras y otros.
En la bienvenida, José Samuel Guzmán Palomera, subdirector de difusión del AGN, resaltó que llevar ese diálogo a la Crujía J era muy simbólico ya que representa un espacio de dolor que ahora es recuperado.
Erica coincidió y dijo que es importante volver a estos espacios porque esta Crujía es icónica y fue un espacio en donde se llevaron prácticas de castigo visibles y solapadas por el Estado hacia las personas de la comunidad LGBTIQ+ , “por ser quienes eran”, dijo.
En ese tenor el diputado recordó que en este espacio fue donde se extendió el término de ‘jotos’, para referirse a las personas de la diversidad sexual y en el que se impulsaron las mal llamadas terapias de conversión, por lo que expresó que es importante resignificar los espacios, las palabras y las acciones.
Para dar pie a los paneles se presentó el documental “Para Sarah” (2020) de la activista Erica Salinas, basado en su experiencia de vida al ser sometida a ECOSIG cuando tenía 20 años.
La activista recordó, luego de la proyección, que los ECOSIG se trata de diversas prácticas que incluyen métodos y tratos inhumanos y degradantes. Dijo que en el caso de las mujeres los tratos suelen ser “lecciones correctivas” y que las personas trans también han sido violentadas por estas prácticas.
“Actualmente hay 10 estados en las que están prohibidas y son castigadas los ECOSIG, sin embargo, no se han prohibido a nivel federal, se llevan a cabo en la clandestinidad. La ONU las clasifica como torturas”, relató Salinas.
Por su parte, la activista trans Marsha Beya Rubyn (activista trans) expusó que la comunidad trans ha sido mayoritariamente violentada por los ECOSIG, pero también en diversos aspectos. Recordó que la lucha por el reconocimiento de los derechos de la comunidad empiezan por las personas activistas trans y por las mujeres lesbianas en nuestro país.
Exaltó que han existido logros muy importantes en materia de políticas publicas y de leyes, gracias a la lucha que han impulsado activistas trans y personas defensoras de derechos humanos.
Temistocles Villanueva recordó que la aprobación en contra de ECOSIG en CDMX detonó una ola para otras entidades que se sumaron luego del 24 de julio de 2020. Tal fue el caso de Estado de México, que fue la segunda entidad en prohibirlas.
Lamentó que algunos Estados aún está pendiente su aprobación, por ejemplo, en Baja California, porque la gobernadora Marina del Pilar Ávila rechazó el decreto. Villanueva dijo que estos foros deberán presentarse en Tijuana, para informar y trabajar sobre el tema. Asísmismo se mostró confíado para dialogar con la gobernadora.
“La batalla legislativa requiere el acompañamiento del activismo”, resaltó el diputado.
Dijo que en el Senado continúa pendiente la prohibición, “hemos avanzado a nivel local en sus codigos penales. A nivel federal, sería un esfuerzo importante”, concluyó.