Tras tres años de lucha por demostrar su inocencia en los juzgados del Estado de México, Roxana Ruiz Santiago, joven oaxaqueña acusada de asesinar a su agresor sexual, en legítima defensa en 2021, fue absuelta de los cargos y obtuvo su libertad absolutoria.
Esto sucede luego de que un juez adscrito al Juzgado Quinto de Distrito con sede en Nezahualcóyotl, resolvió el juicio de amparo interpuesto bajo la causa 1522/2023. En este documento ordenó al Poder Judicial del Estado de México reponer el proceso de segunda instancia.
Como resultado, la joven oaxaqueña obtuvo un amparo indirecto en contra de la resolución de un tribunal, que impugnó la resolución judicial que le concedió la libertad absolutoria por el delito de homicidio.
Nos queremos Vivas Neza, organización que ha acompañado el caso, detalló que el caso de Roxana resalta las deficiencias del sistema judicial mexicano y la urgencia de incorporar una perspectiva de género en todos los procesos judiciales.
“Celebramos esta victoria como un avance en la lucha contra la impunidad y la justicia hacia las mujeres en nuestro país, sin embargo es crucial hacer énfasis sobre todas las violaciones a los derechos de Roxana durante este proceso de principio a fin”, apuntó la organización en redes sociales.
Durante más de un año, señaló, la joven oaxaqueña sufrió de diversas limitaciones a su libertad debido a medidas cautelares que fueron producto de una “mala interpretación de la ley por parte del juez de Alzada de Texcoco”.
El calvario de Roxana por la justicia
En busca de mejores oportunidades, Roxana llegó a la periferia del Estado de México, una de las entidades con dos Alertas por Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM), una por femicidio y otra por desaparición.
La joven oaxaqueña trabajaba en un puesto de papas en Nezahualcóyotl para sostener a su hijo. El 8 de mayo de 2021, Roxana fue agredida sexualmente por un hombre, el cual murió luego de que ella defendiera su vida.
Tras el hecho, Roxana fue capturada por policías municipales y procesada, aún cuando en más de una ocasión refirió que había sido víctima de violencia sexual. Así momento comenzaron los atropellos a sus derechos, que se sumarían a otros miles.
Los Ministerios Públicos que recibieron en un primer momento a Roxana, no actuaron en apego a los derechos humanos de la mujer, aún cuando la joven mencionó haber sido agredida sexualmente, tampoco realizaron una investigación con debida diligencia incorporando la perspectiva de género.
Roxana pasó nueve meses en prisión e, incluso, fue condenada a seis años y dos meses de cárcel. Cuestión que fue modificada tras una revisión promovida por su defensa en el Tribunal de Alzada, con sede en Texcoco, hasta obtener su libertad en mayo de 2022, y seguía su proceso en libertad.
En un giro inesperado, un tribunal pidió revocar la medida que había permitido a Ruiz vivir su proceso legal en libertad en el 2022.