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“Salimos del departamento, todos estaban corriendo, parecía un bombardeo”

Pasadas las diez de la mañana, de este lunes 16 de agosto, una explosión por una fuga de gas en el número 1909, en la avenida Coyoacán, cimbró las inmediaciones de la zona en la alcaldía Benito Juárez, en Ciudad de México. 

Una víctima mortal. Más de 20 personas heridas, tres de ellos trasladados de gravedad; dos más, diagnosticadas con COVID-19, las transportaron a hospitales especializados. Como parte del saldo, más de 60 familias que vivían en el edificio fueron desalojadas, junto con otras decenas de personas que viven en los edificios aledaños.

Sergio estaba en el departamento R403, en el último piso con vista a la calle del edificio. Él trabaja en casa desde hace más de un año y estaba con sus suegros, de 65 años, quienes venían de visita desde Cancún. La mujer cayó al piso, en el momento de la explosión y quedó cubierta con vidrios de la fachada del inmueble.

Un largo zumbido estremeció sus oídos. Al principio pensaron que era un terremoto; cuando se lograron levantar y reponer vieron todas sus cosas en el piso.

Cuando salimos del departamento la gente estaba corriendo, salían de todos lados, parecería que era un bombardeo. Ya en la calle vimos como todos estaban huyendo, tal vez por la gasolinería que está a 50 metros. Yo regresé para checar mi departamento, mis suegros se fueron al departamento de un amigo que vive enfrente. Las ambulancias tardaron muchísimo y cuando volví a entrar me di cuenta a qué todo estaba caído, había un hoyo que atravesaba el departamento. Yo creo que ese edificio ya es inhabitable”, relató Sergio.

El olor a quemado se percibía desde larga distancia. Fachadas y vidrios de los edificios aledaños resultaron afectados.

Myriam Urzúa, secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, confirmó a la prensa la cifra de 23 personas heridos. Más tarde, Claudia Sheinbaum, dio el reporte de una persona fallecida.

Hasta el momento, no se han registrado daños estructurales; pero continúa la evaluación para conocer si hay reparación.  

Los nervios son terribles, no sabemos si vamos a regresar a nuestras casas, no sabemos nada de lo que va a pasar con nosotros. Nos dijeron que si no regresamos esta noche, nos iban a dar un apoyo para dormir en un albergue, pero yo no quiero dormir en un albergue, mi trabajo es de ‘home office’ y todo se quedó adentro, no sé cuántos problemas me pueda traer esto. Sabemos que son accidentes pero también esperamos que las autoridades nos puedan ayudar en situaciones tan graves como está”, reflexionó Sergio.

Los funcionarios tomaron la escena. Uno a uno de los afectados de los edificios aledaños pudieron ingresar a su vivienda y sacar a mascotas, algunas pertenecías de valor y un cambio de ropa; sin embargo, los habitantes de Coyoacán 1909 siguen esperando los dictámenes periciales para saber qué será de su hogar y todas las consecuencias que esté tipo de accidentes trae.

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