Ahora lo puedo ver en retrospectiva ya como un tema mucho más sanado y sí, me doy cuenta que fue la mejor decisión que yo pude haber tomado, no nada más para mí sino para ese hijo que hubiera sido y para el hijo que ya estaba aquí”, Paulina Arredondo, testimonio.
Paulina, de 29 años, cuenta que a los 21 se encontraba en proceso de separación de la pareja con la que tuvo un hijo a los 17.
Sin esperarlo, estaba embarazada, pese a utilizar el DIU como método anticonceptivo. Optó por interrumpir el embarazo.
Yo decía, si yo tengo este hijo qué calidad de vida le voy a dar y no nada más el futuro, sino qué calidad le voy a dar a alguien que ya está aquí”, agregó Paulina.
Han pasado 14 años de que la entonces Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó la despenalización de la interrupción legal del embarazo.
La discusión en el pleno de la asamblea duró seis meses e incluso aquellos que defendieron el aborto sufrieron persecución y amenazas por grupos pro vida.
Fuimos amenazados de muerte durante más de un año con seguridad, con escoltas porque pues sí, mucha gente muy molesta por el tema, hay grupos de extrema derecha y sí los hay, de extrema, extrema derecha en esta ciudad, en este país que obviamente nunca vieron con buenos ojos esto”, Leticia Quezada, presidenta del Consejo Consultivo de la AALMAC.
La lucha no sólo fue en las calles. Una de las batallas más feroces fue contra prejuicios y creencias de los propios legisladores y legisladoras, asegura Leticia Quezada, quien era diputada local del PRD en aquel momento.
Más de medio año estuvimos en debates, en foros, en las escuelas, hicimos varias marchas, recuerdo que hicimos cerca de tres marchas las mujeres feministas para que entendieran y para que permeara todo el tema en la sociedad”, agregó Quezada.
Pero para cumplir con este precepto constitucional y respetar el derecho de la mujer debemos buscar medidas preventivas para evitar embarazos no deseados y no apostarle a la interrupción de los embarazos por cualquier causa o sin que exista causa alguna como se ha llegado a plantear”, Carlos Castilla Marroquín, diputado del PAN.
La lucha iniciada por los movimientos de los años 70 cobró fuerza en la opinión pública. El argumento era irrefutable, se apelaba a los derechos de la mujer y abatir un grave problema de salud.
El aborto se va a seguir haciendo, nosotros les decíamos, pero se va a hacer en condiciones insalubres, en donde las mujeres se están muriendo”, añadió Quezada.
Con 46 votos a favor, 19 en contra y una abstención, el 24 de abril de 2007 se aprobó la despenalización del aborto. La herencia: el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo.
De acuerdo con el portal de datos abiertos del Gobierno Capitalino, de 2016 a 2020, en la ciudad se registraron más de 79 mil procedimientos de interrupción legal del embarazo.
El argumento de las organizaciones antiaborto es que es que la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) podría convertirse en práctica recurrente en lugar de implementarse una política de prevención de embarazos no deseados.
Nada más falso. Los datos indican que mientras en 2016 se registraron 18 mil 86 interrupciones de embarazos, en 2020, se practicaron 11 mil 269, es decir, 62% menos. Sólo el 1% es reincidente.
Además, desde 2007 la Ciudad de México se convirtió en opción para que mujeres de otras entidades donde aún no se ha despenalizado, puedan practicarse el procedimiento.
Por ejemplo, en los últimos cuatro años 2 mil 469 mujeres mexiquenses acudieron a la capital para estos efectos, la segunda entidad es Puebla, con 424 e Hidalgo, con 365.
A este año yo creo que no nos equivocamos y lo puedo decir con mucha certeza, no nos equivocamos”, puntualizó Leticia Quezada.