En México, se construye una de las plantas que promete ser la más grande del mundo para convertir basura orgánica húmeda en energía y secuestro de carbono.
La jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, acudió a supervisar los avances de la primera planta de carbonización hidrotermal que se ubica en el Bordo Poniente, Netzahualcóyotl, Estado de México.
La ciudad produce 12 mil toneladas diarias de basura, de las cuales, por lo menos, la mitad son orgánicas.
Actualmente, la planta se encuentra en fase 1 con el montaje de un primer módulo y se estiman 36 módulos en total. Con todas trabajando se procesarían 2 mil 500 toneladas por día.
“Esto sería una solución integral para la basura en las ciudades y para las carboeléctricas para reducir emisiones de efecto invernadero de las carboeléctricas o de los hornos, por eso invitamos a Cemex, porque esta innovación tecnológica puede funcionar, o para una planta de producción de cemento o para la comisión federal de electricidad’’, comentó Claudia Sheinbaum.
Por su parte, el coordinador del proyecto de la planta de carbonización, Luis Agustín Álvarez Icaza, explicó que con este trabajo se evitará la emisión de cerca de un millón de toneladas de bióxido de carbono equivalentes a 10% de las emisiones totales de la capital mexicana, lo que significa sacar de circulación a 120 mil vehículos.
“Cuando lleguemos al proyecto final, 36 módulos, esta será sin duda, no conocemos ningún proyecto de esta magnitud, como las plantas más grandes del mundo para convertir basura orgánica húmeda en energía y secuestro de carbono’’, aseguró.
Se prevé que a finales de febrero de 2023 esté operación la primera fase de la planta.