En este año atípico, los panteones de la Ciudad de México lucieron vacíos. No hubo flores, veladoras, alimentos o bebidas sobre las tumbas, ni familias visitando a los que se adelantaron.
La pandemia impidió que millones de mexicanos conmemoráramos nuestra herencia cultural del “Día de muertos” con nuestros difuntos.
Los que no vienen en un año, vienen en un día y entonces aqui pues traen comida, se destapan, no traen cubrebocas y sí puede ser un foco de infección para las propias familias y para los que vienen también, yo creo que es una buena solución”, Blanca Rosa Soto, madre de familia.
- Se movilizaron más de 3 mil elementos para vigilar que se respetara el cierre de los panteones y las medidas sanitarias.
En realidad si estuvo muy bien desplegado y bastantes entendieron, muchos no, como siempre verdad, pero sí estuvo muy bueno”, María Isabel Aguilar, locataria de flores.
- Algunas familias coincidieron en que las medidas, como el cierre de los panteones capitalinos, también se deben extender a otros lugares de mayor concurrencia.
Siempre y cuando estuviera el control en las plazas comerciales, en los tianguis; que es un hervidero de gente”, María de Jesús Romero, madre de familia.
Algunos comerciantes de productos que se usan en los altares bajaron sus precios para hacer más atractiva la compra, como es el caso de la flor del cempasúchil.
Tenemos desde ramitos mixtos de 15 pesos y el ramo de cempasúchil que le cuesta 20 pesos, también tenemos crisantemo, tenemos margaritas, tenemos lilis, tenemos ramos para las ofrendas, principalmente para que no se pierda esa tradición”, Roberto Galindo, locatario de flores.