Reportajes especiales

Violencia digital un socavón a la libertad de expresión de mujeres periodistas

Este tipo de violencia es un nuevo frente en la seguridad periodística y de tendencia peligrosa hacia mujeres periodistas: ONU Mujeres y UNESCO

La violencia digital acecha el ejercicio periodístico. Su objetivo es acallar las voces y su impacto socava la libertad de expresión, sin embargo, tiene una tendencia peligrosa hacia las mujeres por lo que la hay una marca de género.

ONU Mujeres y Unesco detallan que los principales ataques que enfrentan las mujeres en su ejercicio periodístico van desde el acoso, la estigmatización, agresión física, violencia sexual y el asesinato.

Estos organismos advierten que, ese tipo de violencia se da principalmente en la cobertura de temas de política, derecho, economía, deporte, derechos de las mujeres, género y feminismo. No obstante, responde a la violencia estructural que prevalece en la sociedad que discrimina a mujeres, niñas y adolescentes.

Y aunque los hombres periodistas no están exentos de abusos y violencia en línea, los cometidos contra mujeres periodistas tienden a ser más graves, apunta la Asamblea General de las Naciones Unidas en un informe realizado desde 2017.

En este informe ya se advertían, desde entonces, dos efectos principales: la exposición desproporcionadamente elevada a la violencia en línea de las mujeres periodistas y la correlación entre ciertos temas y el aumento de los ataques.

En la Encuesta Mundial sobre la Violencia en Línea Contra Mujeres Periodistas de la UNESCO, realizada a 901 mujeres de 125 países –que incluye a México– el 73% de las mujeres periodistas fueron víctimas de violencia digital.

La organización CIMAC AC en México ha documentado, a través del proyecto Geografía de la Violencia contra Periodistas, al menos mil 327 agresiones contra mujeres periodistas en un período del 2010 a 2021.

Más de 64% ocurrieron entre 2018 y 2021 y las entidades que reportaron el mayor número de agresiones a mujeres periodistas (sólo en el período entre 2020 y 2021) fueron: Ciudad de México, Puebla, Veracruz y Coahuila.

El principal trabajo que desempeñaban las víctimas fueron reporteras, le siguieron directoras de medios, fotoreporteras, columnistas y conductoras.

La organización Signa Lab, en febrero, presentó un análisis sobre la condición de vulnerabilidad de periodistas en nuestro país y detalló que la violencia contra mujeres periodistas combinan distintas formas de agresión, pero las que se reportan en mayor medida son tres: la psicológica (35.6% de los casos con 436 agresiones) y física (con 35.10% o 430 casos), seguidas de la violencia digital o en línea (20.5% de los casos o 252 agresiones).

La violencia digital se expresa en ataques en redes sociales, suplantación de identidad, robo de información, entre otras, con una fuerte carga de violencia de género.

“El agravante en cuanto a violencia de género en espacios digitales, es que los mensajes recibidos por periodistas mujeres no sólo recurren a la desacreditación de su trabajo, sino que despliegan una serie de ataques, sobre todo de índole sexual, que buscan humillarlas por su condición de mujeres”, lamenta Signa Lab.

El. impacto de este tipo de violencia afecta a nivel individual y preocupa porque se expresa también en la autocensura, lo que socava el ejercicio de libertad de expresión. En la encuesta de UNESCO el 30% se autocensuró, el 20% dejo de interactuar en línea y 18% impidió la participación del público específicamente.

Las repercusiones en empleo y productividad fue que las mujeres encuestadas incluyeron tener un perfil más bajo (38%), faltar al trabajo (11%), dejar el trabajo (4%) y abandonar el periodismo (2%).

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