Los talibanes cumplen un mes de haber retornado al poder en Afganistán.
Con un entorno de indefiniciones y contradicciones, el nuevo gobierno afgano mantiene a la población entre el temor y la zozobra.
Las mujeres temen la reedición de las prohibiciones que imperaron entre 1996 y 2001, cuando los talibanes aplicaron estrictamente la ley islámica.
Nuestro futuro es incierto. Ahora no tenemos ni salario ni trabajo ni otros ingresos. Nada. Todo el mundo está preocupado por su futuro. Actualmente la gente no tiene comida y muchos tratan de alimentar a su familia vendiendo sus electrodomésticos”, Testimonio, mujer de Kabul, Afganistán.
Aunque el nuevo gobierno garantizó un trato más humano, las mujeres ya fueron reprimidas, y prohibidas sus manifestaciones, incluso de mujeres que exigían poder seguir trabajando.
También fueron separadas de los hombres en las escuelas.
Con una economía paralizada, el país tiene, de acuerdo con Naciones Unidas, al 72% de su población en niveles de pobreza.
No hay problemas de seguridad, pero la economía está en declive. No avanza. Nuestros compatriotas vinieron al banco para recuperar su dinero. Hace días que esperan aquí.
El banco central de Afganistán informó que encontró más de doce millones de dólares en efectivo y lingotes de oro en las residencias abandonadas de ex funcionarios del anterior gobierno, incluido el ex vicepresidente Amrullah Saleh.
En el pasado había corrupción y ahora no hay más. Pero tampoco hay trabajo” Mohammad Ashraf, desempleado.