El gobierno británico declaró este viernes 12 de agosto el estado de sequía en buena parte de Inglaterra, lo que implica medidas a nivel local que pueden llegar hasta las restricciones en el consumo de agua, anunció una agencia gubernamental de medio ambiente.
La medida, declarada por primera vez desde 2018, llega en plena ola de calor en Reino Unido, la segunda de este verano en un país poco habituado a las altas temperaturas.
Con temperaturas de hasta 35 y 36 grados, previstas en varias zonas de Inglaterra, culminará una semana de alertas meteorológicas para todo el Reino Unido. La Oficina de Meteorología del país (MET), activó la alarma ámbar de calor extremo en gran parte de la franja central y sureña inglesa y en el este de Gales desde este jueves y hasta el domingo.
Por su parte, la Agencia de Seguridad Sanitaria elevó al tercer y penúltimo nivel la advertencia sobre el cuidado y atención de las personas vulnerables, incluidos mayores, niños y los que padecen alguna afección médica.
La MET advierte, además, del riesgo “muy alto” de que una flama, un cigarro mal apagado u otro incidente causen un incendio severo debido a la sequedad del terreno en jardines y campos. Este índice de severidad será “excepcional” en Inglaterra durante el fin de semana.
De acuerdo con MET , la nueva ola de calor no alcanzará los picos sin precedentes registrados en julio, según las previsiones. Entonces, el termómetro tocó los 40 grados por primera vez en el Reino Unido y 35 grados en Escocia. La máxima de 40,3 grados se registró en la región de Lincolnshire, en el noreste de Inglaterra, un récord que los expertos confían en que no se repita en agosto.