A diferencia de otras crisis económicas en las que se crearon y aumentaron impuestos, se desplomaron los ingresos públicos, se endeudó al país y se rescató a la banca, el gobierno de México afrontó los severos estragos de la pandemia gracias a la reforma penal fiscal y el combate a defraudadores tributarios.
No cayeron los ingresos tributarios, sino que de 2019 a 2020, la recaudación subió cerca de 170 mil millones de pesos, no se endeudó al país, no se pidieron nuevos créditos y no se pusieron nuevos impuestos’’, consideró el procurador fiscal de la Federación, Carlos Romero Aranda.
Carlos Romero, procurador fiscal de la Federación, destacó que los recursos que en el pasado se perdían por defraudación fiscal, se utilizaron de manera responsable en los momentos críticos de la pandemia.
Para el reactivar la actividad económica, no fueron incentivos fiscales, no fueron deducciones, no fue ninguna estrategia fiscal, fueron las vacunas y las vacunas se pudieron comparar gracias a la recaudación que se generó’’, afirmó el procurador Fiscal de la Federación.
En el segundo seminario virtual sobre combate a la defraudación fiscal, organizado por Thomson Reuters, Romero Aranda precisó que la recaudación fiscal de 2019 a la fecha ha incrementado en más de 2 puntos del Producto Interno Bruto (PIB).