“Fiona” se convirtió este miércoles en huracán de categoría 4 después de azotar las islas caribeñas Turcas y Caicos, y de causar varios muertos, inundaciones y graves daños materiales a su paso por Puerto Rico y República Dominicana.
Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC), el huracán avanza con vientos de 210 kilómetros por hora hacia las Bermudas, donde deberá llegar el jueves.
Además, el centro indicó que “Fiona” se encontraba a primera hora del miércoles a 170 kilómetros al norte de Turcas y Caicos y que se fortaleció a categoría 4, la segunda más alta en la escala Saffir-Simpson.
Las marejadas de Fiona deben alcanzar Bermuda la mañana del jueves. Las marejadas podrían causar condiciones de oleaje y corriente que ponen en peligro la vida según el último aviso del NHC.
Paso de “Fiona” en República Dominicana
Hasta el momento, el huracán dejó cinco muertos: uno en el territorio francés de ultramar de Guadalupe, dos en Puerto Rico y otros dos en República Dominicana.
El presidente de República Dominicana, Luis Abinader, declaró tres provincias como zonas de desastre:
- La Altagracia -hogar del popular balneario de Punta Cana-
- El Seibo
- Hato Mayor
Además, “Fiona” afectó viviendas y dejó serios daños en la infraestructura de servicios básicos de este país de 10.5 millones de habitantes. Las autoridades reportaron este martes que más de 10 mil personas fueron movilizadas a “áreas seguras” y que unas 400 mil están sin electricidad y 1.2 millones sin agua.
Las imágenes de los medios locales mostraron a los residentes de la ciudad de Higüey, en la costa este, con el agua hasta la cintura, tratando de salvar sus pertenencias personales.
“Pasó a mucha velocidad”, dijo Vicente López, en la playa de Bibijagua, en Punta Cana, lamentando los negocios destrozados en la zona.
El NHC alertó que fuertes lluvias e inundaciones repentinas con riesgo de muerte continuarán este martes en partes de República Dominicana, un día después de que Fiona alcanzara el país.
Daños devastadores en Puerto Rico
Por otro lado, en Puerto Rico, donde el huracán tocó tierra el domingo, el gobernador Pedro Pierluisi calificó el martes de “devastadores” los estragos causados por el temporal.
“Esto es duro, hay muchos daños y aún estamos evaluando el alcance de los mismos“, dijo en rueda de prensa.
“Fiona” provocó deslizamientos de tierra, bloqueó carreteras y derribó árboles, líneas eléctricas y puentes a su paso por la isla de tres millones de habitantes, un territorio libre asociado a Estados Unidos.
El martes por la tarde, apenas 300 mil usuarios tenían luz en sus hogares (20% del total) después del apagón general provocado por la tormenta el domingo, informaron las autoridades.
Asimismo, indicaron que unas 760 mil personas carecían de agua potable en sus viviendas como consecuencia de cortes de energía y desbordamiento de ríos, como Jorge Cintrón, un habitante de La Parguera, en la costa suroeste de Puerto Rico, sufrió daños materiales en su casa y en su negocio, un salón de belleza.
“Me destruyó el patio que acababa de remodelar. Ahí sí que lloré, porque después de los sacrificios que uno hace para tener sus cosas, no es fácil perderlas. Pero me voy a levantar. Yo si tengo vida y mi mamá está bien, lo demás viene por añadidura”, dijo ese hombre de 57 años.
Después de años de problemas financieros y recesión, en 2017, Puerto Rico declaró la quiebra, la mayor jamás realizada por una administración local de Estados Unidos. Más tarde ese año, el doble golpe de dos huracanes, “Irma” y “María”, profundizó la miseria, devastando la red eléctrica en la isla, que ha sufrido graves problemas de infraestructura durante años.
La red se privatizó en junio de 2021, en un esfuerzo por resolver el tema de los apagones, pero el problema persiste y toda la isla se quedó sin electricidad a principios de este año.