El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, respaldó el lunes los esfuerzos recientes de Colombia para repensar su política de drogas.
Asimsimo, dijo que la administración de Biden y el Gobierno recién electo en Colombia trabajarán juntos en programas de desarrollo rural y esfuerzos de interdicción, mientras comparten inteligencia sobre drogas y grupos de traficantes.
Los comentarios se produjeron después de una reunión entre Blinken y el presidente colombiano, Gustavo Petro, en Bogotá, la primera escala de una gira por Sudamérica en la que el secretario de Estado también visitará Chile y Perú.
“Apoyamos firmemente el enfoque holístico que está adoptando la administración del presidente Petro para combatir los narcóticos, a través de la seguridad rural integral, la justicia, el desarrollo, la protección ambiental, la reducción de la oferta y la reducción de la demanda, incluso en Estados Unidos”, dijo Blinken.
El mes pasado, Petro habló en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y dijo que los esfuerzos liderados por Estados Unidos para combatir el narcotráfico en todo el mundo habían sido “un fracaso“.
Acusó a la Unión Americana y otros países desarrollados de adoptar un enfoque punitivo hacia el tráfico de drogas que perjudicó a los pequeños agricultores en los países en desarrollo.
Tras la reunión con Blinken, Petro dijo que ambas partes habían hablado sobre formas “más flexibles” de abordar el tráfico de drogas que buscan reducir la producción y el consumo en todo el hemisferio.
Además, comentó que los cultivadores de coca en áreas remotas de Colombia deberían recibir títulos de propiedad para que puedan integrarse más fácilmente a la economía legal.
También sugirió que Estados Unidos apoye un esquema de 7 mil millones de dólares para comprar tierras para agricultores sin tierra en Colombia y que se debería crear un fondo internacional para respaldar proyectos que pagarían a algunos cultivadores de coca para que abandonen el tráfico de drogas y se conviertan en protectores de la selva amazónica.
La lucha de Colombia contra las drogas
Colombia ha estado luchando por controlar la producción de cocaína a medida que varios grupos armados toman el control de áreas rurales abandonadas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), luego de su acuerdo de paz de 2016 con el Gobierno, mientras que las instituciones gubernamentales tardan en llegar.
Gustavo Petro dijo que se requieren medidas más duras contra los delincuentes de cuello blanco que se benefician del tráfico de cocaína en Colombia y Estados Unidos, pero argumentó que la aplicación de la ley no debe dirigirse contra los agricultores pobres que cultivan coca para ganarse la vida en áreas remotas.
El presidente colombiano indicó que la fumigación aérea de cultivos de coca con químicos seguirá estando prohibida para proteger el medio ambiente y que su administración buscará erradicar manualmente los cultivos de coca “de tamaño industrial” administrados por el crimen organizado.
Plan Colombia y sus estrategias de seguimiento
Anunciado en 1999, el Plan Colombia originalmente era una estrategia de seis años para poner fin al conflicto armado del país que duró décadas, eliminar el narcotráfico y promover el desarrollo.
La estrategia de seguridad y antinarcóticos fue desarrollada por el gobierno del presidente Andrés Pastrana en consulta con funcionarios de EUA, y extender la presencia estatal donde era débil o inexistente.
Los analistas han debatido durante mucho tiempo cuán efectivo fue el Plan Colombia y sus estrategias de seguimiento en la lucha contra las drogas ilegales.
El Plan Colombia ha tenido resultados mixtos. No logró cumplir una meta fijada en 1999 de reducir el cultivo, procesamiento y distribución de drogas ilícitas en un 50% en seis años. Aunque Colombia logró algunas reducciones significativas en el cultivo, estas reducciones no se han sostenido.
Según estimaciones estadounidenses, el cultivo de coca disminuyó de 167 mil hectáreas en 2007 a 78 mil hectáreas en 2012. Asimismo, el cultivo de amapola disminuyó en más del 90% entre 2000 y 2009. Sin embargo, los niveles de cultivo de coca se han recuperado en los últimos años. Inicialmente, la política estadounidense la atención se centró en los programas para reducir la producción de drogas ilícitas.
El apoyo de Estados Unidos al Plan Colombia consistió en entrenar y equipar batallones antinarcóticos del Ejército de Colombia y unidades especializadas de la Policía Nacional de Colombia, programas de erradicación de drogas, desarrollo alternativo y otros programas de reducción de la oferta.
El enfoque en la lucha contra las drogas fue la base para generar apoyo bipartidista para financiar el programa en el Congreso de los EUA porque algunos miembros del Congreso desconfiaban de involucrarse en la lucha contra la insurgencia, que compararon con la “pendiente resbaladiza” de la guerra en Vietnam.
Financiamiento de EUA para el Plan Colombia y estrategias de seguimiento
Desde el 2000 hasta el 2016, el financiamiento estadounidense para el Plan Colombia y sus estrategias de seguimiento superó los $10 mil millones de dólares en programas del Departamento de Estado y del Departamento de Defensa.
Desde el 2000 hasta el 2009, Estados Unidos brindó asistencia para operaciones en el extranjero a Colombia a través de la cuenta del Programa Andino Antidrogas (ACP).
En el 2008, el Congreso continuó financiando programas de erradicación e interdicción a través de la cuenta ACP, pero financió programas de desarrollo alternativo y desarrollo institucional a través de la cuenta del Fondo de Apoyo Económico (ESF). En la solicitud del 2010, la administración de Obama transfirió fondos de ACP a la cuenta de Control Internacional de Narcóticos y Cumplimiento de la Ley (INCLE).
Desde el 2008, la asistencia estadounidense ha disminuido gradualmente debido a los presupuestos de ayuda exterior más ajustados y los programas nacionalizados relacionados con el Plan Colombia.
En el 2014 los fondos asignados a Colombia se redujeron a un poco menos de $325 millones de dólares.
En el 2015, el Congreso asignó $300 millones de dólares para asistencia bilateral a Colombia en operaciones en el extranjero.
El proyecto de ley de Asignaciones 2016 proporcionó a Colombia un poco menos de $300 millones de dólares, casi idéntico al asignado en 2015, el total para el 2016 fue de $293 millones de dólares. En el 2017, el Congreso financió un programa que la administración de Obama había propuesto llamado “Paz Colombia” para reequilibrar la asistencia de Estados Unidos para apoyar el proceso de paz y la implementación del acuerdo. La medida de asignaciones generales del año 2017 asignó $391,3 millones de dólares para los diversos programas de Paz Colombia.