La Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) inició su primer evento este 18 de noviembre en un prestigioso hotel de la zona exclusiva de Santa Fe, en Ciudad de México. Cientos de activistas de derecha dura y aliados internacionales se reunieron para forjar una identidad para el incipiente movimiento conservador justo cuando los gobiernos de América Latina giran hacia la izquierda.
Representantes de las filas conservadoras de México, Brasil, Chile, República Dominicana, Guatemala, Estados Unidos, España, Hungría, Polinia, Japón, entre otros, se dieron cita ayer desde muy temprano para comenzar su evento con una misa –que se lleva a cabo durante dos días– y luego dar paso a la inauguración oficial en una sala de conferencias.
Mientras tanto, en las puertas del hotel Westin, un grupo de manifestantes se aglomeró para rechazar este evento y repudiar a los representantes políticos como Eduardo Bolsonaro, José Antonio Kast y políticos republicanos estadounidenses como Steve Bannon.
Al menos 60 personas, denominadas como parte del Frente Antifascista, se congregaron con pancartas y carteles con consignas que rechazaban al evento, y con banderas de la diversidad sexual, con mensajes como “No pasarán”, “Contra el fascismo, ni un paso más”, además de las consignas de “¡Alerta, alerta! ¡Alerta que camina la lucha antifascista por América Latina!”
Por estos eventos, la Conferencia se retrasó. Fue inaugurada por su organizador y presidente del Movimiento Viva México, Eduardo Verástegui, y la apertura estuvo a cargo de Lech Walesa (ex presidente de Polonia) con su ponencia “Venciendo al comunismo”.
Walesa dijo que en su intervención diría “cosas que no les gustarán a algunos aquí“, como cuando reconoció el cambio climático o que es partidario del globalismo. Mientras tanto, Verástegui señaló que la Conferencia tiene como fin hacer un frente contra “el avance sistemático del socialismo global”. Además, emitió críticas contra la derecha mexicana, a quien calificó como una “derechita cobarde”
Los aplausos no faltaron, ni al principio, ni luego casi de 12 horas.
Al evento no llegó Steve Bannon, exasesor de Donal Trump (aunque emitió su mensaje de forma virtual) ni Christopher Landau, exembajador de Estados Unidos en México, así como tampoco el republicano Trump, pero no faltó el desfile de personajes como Rosi Orozco (Mexicanos Contra la Trata) y Juan Peña Neder.
Las nuevas caras del conservadurismo republicano
Pasaron 8 horas de que inició el evento. A los y las asistentes les preguntan si están cansados y responden con fuerza que no. Entre cada ponencia hay un intermedio de cinco minutos. El tiempo apremia, y la cena de gala, que será ofrecida al terminar el evento, espera.
Muchos rostros jóvenes inundan la sala de conferencias que aglomera, más o menos, a 300 personas, aunque hay quien señala que son 500, porque hay un constante movimiento. Estos jóvenes, en cada intervención, recalcan términos que en cada mención enciende los espíritus de rechazo o risas burlonas entre sus asistentes.
Comunismo, socialismo, proges, ideología de género, familia, religión, patria, libertad, cancelación, censura, resistencia, Dios, pero también citas recurrentes a escritores estadounidenses como Aldous Huxley y George Orwell, y macadas creencias conspiracionistas.
Una de las cosas que sobresalió en las intervenciones de los jóvenes conservadores fue hacer énfasis en la importancia del lenguaje, dado que consideran que “la izquierda no sabe definir nada”, de acuerdo con Emilio Yitzkah.
“La izquierda es una religión secular basada en el odio y la envidia, una religión conformada por resentidos sociales y su escatología apunta a generar caos”, apunta el jalisciense, quien también considera que hay cuatro aspectos relevantes que buscan ser destruidos por esa izquierda que comparte Yitzkah: biología, patria, religión y familia.
El joven conservador señala que el problema de la inestabilidad y destrucción es por problema de la identidad, afirma. Además, expresa que “a los progres les gusta hablar de derechos humanos […] les gusta luchar por ellos, pero ni siquiera saben qué es un derecho […] pero no me sorprende que la izquierda no sepa definirlos”.
Yitzkah fue enfático con la identidad y dijo que se rige por ejes que consideró conforman a la identidad: biología, patria, religión y familia.
La intervención de Yitzkah se acompañó también de otras voces de jóvenes como Frida Espinoza, quien consideró que los conservadores llevan una lucha de resistencia, dado que han sido perseguidos y censurados, “por decidir pensar”, dijo la cofundadora de Juvi, y que señaló que hay una industria abortista.
Además, dijo que ante “masas manipuladas, necesitamos minorías creativas: están en la iglesia, en grupos pro vida, en organizaciones. Buscan transformar su entorno” y señaló
Carlos Ramírez, quien horas antes de su intervención publicó en sus redes sociales un video de la concentración de jóvenes que rechazan el proyecto conservador y de ultraderecha, en donde señaló que “estamos reunidos en el CPAC porque estamos tratando de encontrar la manera de darle una vuelta al comunismo que se está instaurando en América Latina”.
En su intervención, Ramírez recordó que a principios de noviembre la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) presentó una propuesta para prohibir la instalación de nacimientos, cualquier tipo de adorno o signo alusivo a la religión en espacios públicos ni pagados con recursos del erario, dado que viola la libertad religiosa, los principios constitucionales del Estado laico y el principio de igualdad y no discriminación.
Esta propuesta fue retomada, dado que se hizo desde hace dos años por el gobierno de Yucatán, de corte panista. Ramírez hizo hincapié en que tal propuesta los indignaba.
En su intervención, Carlos Ramírez, presentó a Christian Cortez (de quien es abogado) egresado de la UABC que se volvió viral debido a los discursos en contra de la interrupción del embarazo y de género, también estaba en el evento.
Luego de esta intervención, y de un grito al unísono de “¡Viva Cristo Rey!”, sucedieron otras intervenciones como la de Armando Regil, Karina Yapor, Pablo Kleinman, Daniel Quiroz, así como del republicano estadunidense Joseph Jumire.
¿Y qué tienen en común estas nuevas voces de la derecha ultraconservadora? Que consideran que en México hay dictadura, así como en el resto de países de América Latina con gobiernos progresistas, y el revestimiento de la sociedad civil como plataforma política, que utilizan para promover sus valores tradicionales, y para argumentar, sobre su incidencia social. Además de un marcado fanatismo religioso y de una agenda antiderechos, bajo la defensa de valores ultraconservadores.
CPAC se lleva a cabo del 18 al 19 de noviembre, financiado y auspiciado por una fracción del Partido Republicano estadounidense. México es el segundo país de la región en la que se lleva este evento, el primero fue Brasil, en 2019, cuando Bolsonaro llegó a la presidencia.
Eduardo Verástegui para presidente de México: Eduardo Bolsonaro
El diputado brasileño dijo que Eduardo Verástegui, presidente de Movimiento México y organizador la Conferencia de Política Acción Conservadora (CPAC), además de confeso seguidor y aliado de Donald Trump, podría ser presidente de México, en el marco de esta cumbre de radicales de ultraderecha que se lleva a cabo en Ciudad de México.
“¡Mi candidato!, ¡presidente de México!”, dijo el diputado para referirse a Verástegui. Agregó “imagínate de presidente, el futuro presidente, ¿no? Encima de inteligente es guapo ¿no?”, señaló para luego ser aplaudido por la audiencia quien coreó el nombre del organizador de CPAC.
Una de las intervenciones más esperadas de la noche en la CPAC, luego de casi 11 horas de evento, fue el cierre con Eduardo Bolsonaro, diputado brasileño e hijo de Jair Bolsonario, quien subió al pódium para compartir sobre “La lucha en Brasil”, y hacer una recapitulación del gobierno de su padre.
Bolsonaro, una vez que subió al pódium hizo chistes y burlas sobre la misma narrativa de que en América Latina prevalece el comunismo, y también dijo que en su país a su padre la prensa lo llamó “racista, sexista, xenófobo, misógino, todo lo malo, pero yo voté por él”, expresó.
El diputado brasileño compartió a la audiencia que su visita a México era para luchar por la libertad de Brasil. Agradeció a Dios, “para tener derechos conservadores, norteamericanos, trabajando por más libertad”, aseguró.
En su intervención dijo que en los noventa se pensó que había caído el comunismo, pero que no fue así. Dijo que por entonces Brasil y México se estaban reinventando, “Lula da Silva y el demócrata de Fidel Castro, crearon el Foro de Sao Paolo”; expresó con aire de pitorreo.
Aseguró que el comunismo no es una ideología sino un movimiento, que se convirtió en el Grupo de Puebla. Dijo que ellos sostienen orgullos, como ciudadanos, haber sacado a la gente más corrupta de Brasil, en el período en el que Dilma Roussef fue acusada por ese delito, aunque no mencionó a los personajes del grupo de la derecha acusada por ese delito.
Además, aprovechó la ocasión para hablar del voto electrónico en su país, al que considera que hubo no sólo manipulación, sino que fue una parte importante de la derrota de su padre, y llegó Lula.
“Queremos más transparencia en proceso electoral”, dijo el diputado. Enfatizó la narrativa del fraude electoral en Brasil e hizo eco, pese a que el Tribunal Superior Electoral de Brasil le dio la victoria al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
“Debería haber auditorías”; relató.
Luego de finalizar el evento, Verástegui subió al pódium y le entregó al brasileño una playera de la selección mexicana en Qatar. Luego de estrecharse un abrazo, Bolsonaro volvió a insistir sobre si se catapultaría a elecciones. Además, en su intervención sostuvo que a Jair Bolsonaro le robaron las elecciones y él es la esperanza.
Bolsonaro, en 2018, acusó al sistema electrónico y al Tribunal Electoral del fraude, también a la prensa de no cubrir las protestas de los bolsonaristas, y mostró imágenes de TikTok sobre las marchas.
Pero también siguió esas acusaciones, Verátegui, y unas horas antes expresó que Eduardo (Bolsonaro) está en una batalla muy grande en Brasil, a su padre (Jair) le robaron las elecciones y él es la esperanza”, dijo el actor y aliado de Donal Trumpo.
Horas antes, Steve Bannon, ex estratega del presidente Trump en la Casa Blanca, también se pronunció por el supuesto fraude electoral en Brasil y señaló a Lula da Silva “como un delincuente transnacional”. Bannon, expresó que “el voto electrónico es usado para robar elecciones y pidió que no sea implementado en México”, en el contexto de la reforma electoral impulsada por el ejecutivo.
Este evento se desarrolla en un hotel prestigioso de Ciudad de México, en Santa Fe y reúne a grupos de radicales de ultraderecha, en un evento auspiciado por republicanos estadounidenses.