El primer ministro británico, Rishi Sunak, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, proclamaron este lunes un nuevo capítulo en la relación entre Londres y la Unión Europea (UE), tras cerrar un acuerdo sobre controles comerciales en la provincia británica de Irlanda del Norte.
Después de meses de tensión y de arduas negociaciones, los dos dirigentes anunciaron el acuerdo en una conferencia de prensa en Windsor, al oeste de Londres.
“Es el comienzo de un nuevo capítulo en nuestras relaciones. El Reino Unido y la UE han tenido tal vez sus diferencias en el pasado, pero somos aliados, socios comerciales y amigos”, dijo Sunak.
Por su parte, Von der Leyen expresó: “lo que hemos acordado hoy es histórico”, y habló también de un “nuevo capítulo” en la relación entre Bruselas y Londres.
Sunak explicó que el nuevo acuerdo desmantela la aduana que de facto se había levantado en el mar de Irlanda para proteger el mercado único europeo después del Brexit.
En virtud del nuevo pacto, sólo las mercancías susceptibles de ir hasta la República de Irlanda, es decir al mercado único de la UE, serán sometidas a controles. Las mercancías destinadas a Irlanda del Norte tendrán vía libre, en cambio.
El acuerdo anunciado este lunes modificará el protocolo norirlandés, firmado en enero de 2020 como parte del Brexit. El texto mantenía la provincia británica de Irlanda del Norte dentro del mercado único europeo de bienes, y disponía controles aduaneros a los productos procedentes de Gran Bretaña.
Su objetivo era evitar una frontera terrestre “dura” entre la provincia británica y la República de Irlanda, miembro de la UE.
Pero indignó a los unionistas, molestos con los controles aduaneros en el mar de Irlanda y reacios a cualquier medida que cuestione la pertenencia de Irlanda del Norte al Reino Unido.
El gobierno británico llegó a amenazar con una reforma unilateral del protocolo, lo que enfrió la relación y amenazó con una guerra comercial.
No obstante, y para disgusto de los unionistas y los conservadores más duros, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea mantiene su rol a la hora de administrar el acuerdo.
“El TJUE tendrá la última palabra en cuestiones relativas al mercado único europeo y las leyes de la Unión Europea”, especificó Von der Leyen.
Sunak debe ahora “vender” el acuerdo a los unionistas de Irlanda del Norte y a los elementos de su Partido Conservador más apegados al Brexit.
El primer ministro prometió que el nuevo acuerdo se someterá a la votación del Parlamento “en el momento oportuno, y que el resultado se respetará”.
“El Partido Unionista Democrático se tomará su tiempo para estudiar los detalles y evaluar el acuerdo”, advirtió en Twitter el líder de la formación, Jeffrey Donaldson.