Ante la avalancha de migrantes -la mayoría latinos y en particular venezolanos- llegados a Nueva York, Estados Unidos, en los últimos meses, el alcalde Eric Adams anunció este martes la apertura de una oficina que canalizará las necesidades de los solicitantes de asilo y que operará las 24 horas.
Se trata de la siguiente fase de la respuesta a la crisis humanitaria sin precedentes que vive la ciudad, a donde han llegado 50 mil solicitantes de asilo desde abril del año pasado, de los cuales 30 mil reciben alojamiento y alimentación a cargo de la municipalidad” anunció Adams.
En la nueva hoja de ruta, titulada “El camino a seguir: Plan para abordar la respuesta de la ciudad de Nueva York a la crisis de los solicitantes de asilo”, se incluye la creación de la Oficina de Operaciones para Solicitantes de Asilo (OASO, por sus siglas en inglés) para coordinar la respuesta de la ciudad, con especial atención en el alojamiento y los servicios jurídicos.
Los migrantes serán dirigidos al nuevo centro que estará abierto 24 horas, siete días a la semana, cuando lleguen a la terminal de autobuses “Authority Bus Terminal”, que es puerta de entrada a la Gran Manzana. Se trata, según Adams, de pasar de la respuesta de emergencia a “un estado de funcionamiento estable”.
Los solicitantes de asilo son los ciudadanos, los líderes y los innovadores del mañana, agregó Adams, quien dijo sentirse orgulloso de que la ciudad de Nueva York esté liderando el camino, convirtiendo una crisis en una oportunidad de progreso para todo el país.
Hasta ahora, la ciudad ha gastado 650 millones de dólares, según fuentes citadas por el diario The Gothamist, que señalan que para finales de junio de 2025, esta partida se elevará a 4 mil millones. Según la misma fuente, la ciudad se gasta de media 364 dólares diarios por cada alojamiento personal o familiar.
Hasta el momento, Nueva York ha abierto en sus cinco condados 92 centros de acogida en hoteles, albergues y hasta en la terminal de cruceros para alojar a la avalancha de inmigrantes que llegan con lo puesto, y ha matriculado a más de 13 mil estudiantes, informó el alcalde.
Asimismo, la ciudad proporciona alimentos, ropa, atención sanitaria, educación o información jurídica a docenas de miles de nuevos llegados, muchos, enviados en buses desde los estados del sur gobernados por republicanos, que protestan por la política migratoria de la administración demócrata de Joe Biden.