Diputadas y diputados de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación instalarán durante julio y agosto mesas de trabajo, con el fin de elaborar una iniciativa para crear el marco jurídico que permita la regulación en México de la inteligencia artificial (IA).
“Estamos organizando para los meses de julio y agosto la realización de mesas de trabajo que tendrán como objetivo realizar el análisis respecto de las implicaciones de la inteligencia artificial generativa y el marco jurídico qué se requiere para su regulación”, dijo Javier Joaquín López Casarín, presidente de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Esto ante las advertencias de expertos a nivel nacional e internacional sobre la necesidad de prevenir riesgos y evitar la manipulación de la inteligencia artificial, específicamente en ámbitos como la industria de defensa en conflictos bélicos y la amenaza de enfermedades pandémicas.
En reunión virtual de trabajo, las y los diputados de la comisión, desecharon por mayoría todas las iniciativas con propuesta de reformas a la Ley de Ciencia y Tecnología y a la Ley Orgánica del Conacyt, dado el nuevo marco jurídico aprobado durante el llamado “viernes negro”.
¿La IA es una amenaza para la humanidad?
Hay miles de expertos en tecnología que se han pronunciado en diversas ocasiones sobre los riesgos de la IA. Recientemente un grupo de mil especialistas en el sector, entre ellos personajes conocidos como Elon Musk, dueño de Tesla y SpaceX; Steve Wozniak, cofundador de Apple; han solicitado poner un “freno de emergencia” de seis meses el desarrollo de la IA como ChatGPT para redefinir su camino, pues su desarrollo podría significar una amenaza para la humanidad.
Uno de los mayores riesgos de la tecnología y la IA es su capacidad para reemplazar a los trabajadores humanos en una variedad de industrias. A medida que la automatización se vuelve cada vez más sofisticada, es probable que se produzcan pérdidas de empleo masivas. Esto podría tener consecuencias económicas y sociales graves, incluida la exacerbación de la desigualdad económica.
De acuerdo con la investigación de Goldman Sachs, “The Potentially Large Effects of Artificial Intelligence on Economic Growth”, uno de cada cuatro empleos podría ser sustituido por la Inteligencia Artificial Generativa, como lo es ChatGPT, lo que significarían alrededor de 300 millones de empleos en todo el mundo.
Otro riesgo de la tecnología y la IA es su capacidad para tomar decisiones importantes sin la intervención humana. Por ejemplo, las decisiones de préstamos y seguros basadas en algoritmos pueden ser sesgadas y discriminatorias, lo que puede perpetuar la injusticia y la desigualdad en la sociedad. Además, los sistemas de IA pueden tomar decisiones que no tienen en cuenta el contexto o los valores humanos, lo que puede tener consecuencias impredecibles.
En México, el Consejo Consultivo del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), que está conformado por mujeres y hombres especialistas en materia económica, derecho, y cuestiones técnicas del sector tecnológico y de telecomunicaciones, realizó una recomendación precisamente sobre la regulación, ética y gobernanza de la Inteligencia Artificial.
Entre los retos destacan los que se refieren al desarrollo y uso ético de la IA, los prejuicios que pueden estar inadvertidamente incorporados en su programación, la pérdida de privacidad y los relacionados con el uso de la tecnología en general como la concentración de mercado, el surgimiento de una brecha digital y las amenazas a la seguridad.
Asimismo, señala que es necesario evitar un uso indebido de estas tecnologías, por ejemplo, limitar la información que el usuario recibe o que tenga un uso tendencioso; evitar que los datos con los que se alimenta la IA sean deficientes en cuanto a calidad y veracidad o conlleven sesgos o prejuicios; evitar que la IA sea empleada como mecanismo para crear obstáculos a la competencia y ventajas indebidas a la competencia; manipular la opinión pública; así como evitar difundir noticias falsas que incluso puedan socavar la democracia.