Por cielo y tierra, las Fuerzas Armadas cruzan montañas y matorrales para recuperar el territorio mexicano controlado por los enemigos.
En la base militar de San Miguel de los Jagüeyes dictan la primera orden desde el centro de mando y caen los bombardeos.
A lo largo de dos semanas, 5 mil 928 cadetes que se graduarán en dos meses de las siete escuelas militares, participan en este simulacro, con prácticas individuales y en brigadas.
“Se representa mediante una hipótesis de guerra, el enfrentamiento entre dos fuerzas, unas que son de carácter ofensivo y unas defensivo. En ambos casos los cadetes vienen a desarrollar en forma práctica lo que aprendieron en táctica o al servicio al que pertenezcan, algunos de ellos son médicos, algunos son ingenieros en comunicaciones, ingenieros industriales, ingenieros en informática, diversas especialidades”, explicó el general Enrique Guillermo Padilla Román, coordinador de los Ejercicios Militares de Aplicación y Prácticas de la Especialidad 2023.
Daniel Córdova Escobedo, sargento segundo de Cadetes de Cuarto Año de Artillería, contó que son los encargados de presenciar los tiros y hacer las correcciones. Afirmó que él cree que llevar a cabo una maniobra de esta magnitud, es de suma importancia ya que en un aula no pueden llevarlo a la práctica.
Al concluir esta etapa, los cadetes se incorporarán oficialmente a las Fuerzas Armadas, para servir a México.