El sector de la venta de camarones enfrenta dos amenazas en Ecuador: asaltos a embarcaciones que transportan el crustáceo en el Golfo de Guayaquil y robos en las piscinas de producción en cautiverio. Situaciones que son producto de la ola de violencia que atraviesa este país.
La industria ecuatoriana pone uno de cada cinco camarones en las mesas alrededor del planeta, por lo que este país es considerado el principal exportador de este alimento en el mundo.
No obstante, el contexto de violencia ha llevado a que las y los traficantes roben los camarones para venderlos en los mercados populares o a comerciantes que intentan introducirlo en la cadena de exportación.
Como resultado, entre enero y agosto de 2023, se registraron 64 hechos delictivos contra el sector de venta de camarones, como robos con violencia en alta mar y en carreteras, que dejaron más de 50 víctimas, incluidos dos muertos, según la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA).
Muertes y mafias
El presidente de la CNA, José Antonio Camposano, sostiene que los ataques se dan en los mismos “lugares de siempre”, denunciados “como zonas rojas”.
Algunos de los puntos riesgosos son: Puerto Roma (en el Golfo), el archipiélago de Jambelí (más al sur) y dos rutas estratégicas en la Costa que sirven para transportar el producto hasta las empacadoras.
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