Los fabricantes de vehículos chinos “pusieron el pie en el acelerador” en América Latina, conquistando el mercado automotriz en la región con alternativas que combinan precio y calidad, a tal grado que ya rebasaron a Estados Unidos y Brasil como los principales proveedores.
El gigante asiático cuadruplicó sus ventas a la región en los últimos años. En 2019, sus ventas ascendían a 2 mil 182 millones de dólares, mientras que para el 2023, alcanzó los 8 mil 564 millones de dólares, de acuerdo con datos del Centro de Comercio Internacional (ITC, por sus siglas en inglés).
En el naciente mercado de los autos eléctricos, el dominio chino es mayor, pues 51% de las ventas en la región corresponden a coches de dicha nación, mientras que prácticamente todos los autobuses eléctricos tienen su origen en aquel país.
“El crecimiento de los fabricantes de automóviles chinos en los últimos años ha sido exponencial, gracias a mejoras significativas en calidad, tecnología y diseño”, señala Andrés Polverigiani, gerente de inteligencia de marketing automotor de la consultora Nyvus.
Competencia automotriz
En la Unión Europea y Estados Unidos, dos mercados con una fuerte industria automotriz, la imposición de aranceles les ha impedido avanzar con mayor fuerza.
En el caso del mercado chileno, aunque es pequeño, es considerado uno de los más competitivos del mundo. Prácticamente está libre de aranceles debido a una amplia gama de tratados comerciales, ya que ahí existen 80 marcas de 28 orígenes diferentes, que ofrecen más de 600 modelos de vehículos.
El año pasado, los autos chinos representaron casi 30% de las ventas en el país.
Así como en Chile, en Ecuador, Perú o Colombia, la apuesta china es dominar el mercado, mientras que, en Brasil y México, los grandes fabricantes regionales, el país asiático busca vender y también producir.
Cabe destacar que China logró atraer a los consumidores tras asociarse con los grandes fabricantes, cuyas alianzas le permitieron abaratar los procesos productivos y mejorar tecnologías.
En cuanto a precios, especialistas señalan que “en algunos países de Latinoamérica, las marcas de origen chino están ofreciendo más por el mismo precio”.