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Lucha libre mexicana: un patrimonio ‘chilango’ para el mundo

Patrimonio Cultural Intangible de Ciudad de México, la lucha libre mexicana ha cautivado a generaciones de fanáticos en México y el mundo.

La lucha libre mexicana es una tradición que ha cautivado a generaciones de mexicanos, hasta tener distinciones como Patrimonio Cultural Intangible de Ciudad de México

Desde sus inicios, este deporte ha sido un símbolo de la cultura popular del país, con personajes icónicos que han dejado una huella imborrable en la historia. 

El 21 de septiembre se celebra el Día Nacional de la Lucha Libre y del Luchador Profesional Mexicano, un reconocimiento a la pasión y el talento que han caracterizado a este deporte.

La lucha libre mexicana se caracteriza por su colorido, su dramatismo y sus personajes extravagantesHa sido un semillero de talentos, con luchadores que han trascendido las fronteras de México y se han convertido en leyendas internacionales.

Los luchadores, conocidos como “los gladiadores del ring”, se enfrentan en combates llenos de acción y emoción, donde la destreza física y la estrategia son clave para la victoria.

HIJO DEL SANTO
FOTO: EDGAR NEGRETE LIRA/CUARTOSCURO.COM

Orígenes de la lucha libre mexicana

Las raíces de la lucha libre en México se remontan a la época de la Intervención Francesa, cuando se empezaron a desarrollar exhibiciones de lucha grecorromana protagonizados por deportistas europeos, en su mayoría franceses, en diversos sitios, entre ellos, el Palacio de Buenavista (hoy museo de San Carlos).

Durante el porfiriato se hizo cotidiana la práctica y presentación de la lucha grecorromana en Ciudad de México. Cronistas de este deporte, como Jorge Gómez Garnica, señalan que la primera presentación de la lucha grecorromana con un carácter popular, se realizó el domingo 18 de julio de 1897. 

El encuentro mencionado, se trató de un combate entre los luchadores Rómulus y Billy Clark, en la ya inexistente Plaza de Toros de Bucareli. Este espectáculo, estaba dirigido para agradar a las clases altas de la época.

Se dice también que en 1902 el primer campeón mexicano de lucha grecorromana, Enrique Ugartechea, debutó como profesional de la lucha y como actor de teatro, posteriormente, en 1917, sería el primer luchador mexicano en convertirse en actor de cine, participando así en la película Maciste turista.

LUCHA LIBRE
FOTO: DANIEL AUGUSTO /CUARTOSCURO.COM

Las máscaras en la lucha libre

Uno de los referentes de la lucha libre mexicana es el uso y simbolismo de las máscaras. 

No fue sino hasta 1934 cuando se presentó el primer luchador enmascarado en México, El Murciélago Velázquez, sin embargo, se retiró poco tiempo después. Se menciona que fue tanta la expectativa que generó, que Salvador Lutteroth comenzó a incluir luchadores enmascarados en los siguientes combates.

El uso de las máscaras llevó a otro nivel a la lucha libre en México y la popularidad se incrementó cuando comenzaron apostarlas entre sí, y cuando un luchador no tenía máscara, apostaba la cabellera.

Entre los luchadores enmascarados más famosos de la historia de México se encuentran “El Santo”, “Blue Demon”, “Mil Máscaras”, “Rey Mysterio Jr.”, “Atlantis”, “Máscara Sagrada”, “Octagón”, “Atlantis”, “Místico”, por mencionar algunos. 

MÁSCARAS LUCHA LIBRE
FOTO: ANDREA MURCIA /CUARTOSCURO.COM

Carlos Monsiváis y la lucha libre

El escritor mexicano y cronista de Ciudad de México, Carlos Monsiváis, tenía una gran fascinación por la lucha libre mexicana. Él la veía como un reflejo de la vida en México, llena de drama, humor y pasión. 

Monsiváis consideraba que la lucha libre era un espectáculo que reflejaba la cultura popular mexicana, con sus héroes y villanos, sus rituales y su lenguaje propio. 

En sus escritos y entrevistas, Monsiváis hablaba de la lucha libre como un arte popular que conectaba con las emociones del público. 

Él admiraba la habilidad de los luchadores, su capacidad de contar historias a través de sus movimientos y su conexión con la audiencia. 

Monsiváis también destacaba la importancia de la lucha libre como un espacio de expresión para la gente común, un lugar donde se podían encontrar héroes y modelos a seguir.

Carlos Monsiváis
FOTO: SÁSHENKA GUTIÉRREZ/CUARTOSCURO.COM

La lucha libre mexicana ha evolucionado a lo largo de los años, pero sigue siendo un deporte que apasiona a millones de personas. 

El Día Nacional de la Lucha Libre es una oportunidad para celebrar la historia de este deporte y reconocer a los luchadores que han contribuido a su legado.

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