
En Estados Unidos, legisladores demócratas exigieron al secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., que se frene el envío de información de los beneficiarios de servicios médicos al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).
La petición, firmada por ocho congresistas, como Alexandria Ocasio-Cortez y Adriano Espaillat, alerta que los datos compartidos pueden ayudar a que los agentes migratorios localicen a las personas migrantes, incluso aquellas que no cuentan con documentos.
Este mes, la agencia de información AP filtró que la Secretaría de Salud ordenó que se entregaran las bases de datos de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS, por sus siglas en inglés).
Los registros incluyen nombres, direcciones, números de seguro social, estatus migratorio y detalles de reclamaciones médicas de personas inscritas en los programas estatales de Medicaid de California, Illinois, Washington y Washington D.C.
Las posibles implicaciones legales y éticas del envío de información al DHS, ha desatado un nuevo debate sobre los límites del uso de datos personales en políticas de control migratorio.