
Investigadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) estudian por primera vez una nueva especie de pez prehistórico que fue hallado en Puebla: el Buapichthys gracilis, de 90 millones de años.
El fósil del pez fue encontrado en la cantera de San José de Gracia, Molcaxac. Durante el Cretácico, entre 100 y 66 millones de años antes del presente, el territorio que hoy es Puebla estaba sumergido en el gran Mar Interior.
Restos de la vida en sus corrientes quedaron registrados en las rocas que ahora son lomeríos; un acuario petrificado con variedad de peces, de 90 millones de años, que abre una ventana a la diversidad biológica del pasado y donde se ha identificado la nueva especie de pez.
Bautizado como Buapichthys gracilis (pez ágil de la BUAP), en referencia a la BUAP, es el primer pez fósil que se estudia en esa institución. Fue reconocido dentro del orden de los Crossognathiformes (parte del grupo con esqueleto óseo o teleósteos), el segundo espécimen del grupo para Puebla.
La investigación la hizo el estudiante de la maestría en Ciencias, Carlos Iván Medina Castañeda, con asesoría del investigador del Instituto de Geología de la UNAM, Kleyton Magno Cantalice Severiano, y del director del Laboratorio de Paleobiología en el Ecocampus Valsequillo de la BUAP, Carlos Castañeda Posadas.
Castañeda Posadas expuso que entre las características destacables del Buapichthys gracilis se encontraron formas, en un 30 o 40%, distintas a las descritas para estos grupos: cuerpo pequeño y alargado, cráneo alargado no triangular y aleta dorsal no continúa hasta la cola.
De acuerdo con el estudio, el fósil ocupa el nicho ecológico de las sardinas, con un comportamiento semejante, lo cual indica que la biogeografía de la región donde se localiza la cantera de San José de Gracia fue una playa abierta, distinta a lo que se ha encontrado en sitios como Tlayúa, en la Mixteca, que fueron una cuenca.
Aunque ya se habían reportado peces fósiles pequeños, amonitas y bivalvos en San José de Gracia, la investigación sistemática comenzó en 2010, a partir de las expediciones realizadas por los paleontólogos Jesús Alvarado, de la UNAM; Luis Garibay Romero, de la Universidad Autónoma de Guerrero, y Castañeda Posadas.
El equipo constató la riqueza del sitio, el cual refiere a la edad geológica del Turoniano, la segunda del Cretácico superior o tardío (de entre 93 y 89 millones de años).
En sus 20 mil metros cuadrados, la cantera de San José de Gracia conserva la impronta de aproximadamente 300 fósiles, de 90 millones de años: estrellas, cangrejos, bivalvos, moluscos, reptiles marinos y variedad de peces, entre estos los teleósteos.
Los recientes estudios, registrados ante el Consejo de Paleontología del INAH, la han valorado como una ventana a la diversidad del Cretácico tardío, que pone a México dentro de los países con más riqueza a nivel mundial, dijo Castañeda.
“La localidad paleontológica de San José de Gracia es un yacimiento de peces distintos a los registrados en otras canteras de la misma antigüedad en México, que refiere al momento del Cretácico, cuando se fueron retirando los mares y cambiaron las condiciones ambientales, antes de la caída del meteorito de Chicxulub en la Tierra, en lo que hoy es Yucatán”, expuso.