Atenta la mirada internacional en Nicaragua, corren apuestas ante la que será la tercera reelección consecutiva de Daniel Ortega en la presidencia.
¿Reabrirá los espacios democráticos o endurecerá aún más el control político en la nación centroamericana?.
Los vaticinios colisionan.
Lo que se propone es una mayor apertura democrática, un mayor consenso social, sobre todo las conquistas sociales a los sectores más pobres”, señaló Adalberto Saavedra, Centro de Investigaciones sobre América Latina, UNAM.
La oposición ha quedado excluida: siete candidatos presidenciales están detenidos y tres partidos fueron ilegalizados.
Percibo una decisión en el sentido de ir acrecentando el talante autoritario y centralista del régimen”, dijo José Luis León Manríquez, investigador de Política Internacional, UAM.
Estados Unidos afirmó que las elecciones en Nicaragua del próximo domingo son “una farsa” del Gobierno de Daniel Ortega, durante una sesión este miércoles de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Ortega va a ganar las elecciones prácticamente por falta de personas que compitan con él pero estos datos nos arrojan un profundo malestar de la opinión pública”, comentó José Luis León Manríquez, investigador de Política Internacional, UAM.
Algunos sostienen que el socialismo de Ortega no debería ser incompatible con la democracia.
En nombre de un deseo muy legítimo de igualdad tampoco vale sacrificar la posibilidad de elección que significan los regímenes pluralistas… Pienso, la izquierda, yo diría en América Latina o será democrática o no será”, dijo José Luis León Manríquez, investigador de Política Internacional, UAM.
La tercera reelección de Ortega en Nicaragua ¿fortalecerá o debilitará al eje de izquierda subcontinental?
No todas las izquierdas en América Latina son uniformes. Una cosa es la izquierda mexicana o la izquierda argentina, que tienen más las tendencias de ubicarlas en un centroizquierda, mientras que dijéramos, la expresion de los sandinistas, la expresión de la Revolucion Cubana, pues pensamos que viene de un proceso de lucha armada”, explicó Adalberto Saavedra, Centro de Investigaciones sobre América Latina, UNAM.
El poder, importante factor en la política internacional
Creo que el régimen también se está quedando sin aliados importantes o al menos sin aliados importantes poderosos”, señaló José Luis León Manríquez, investigador de Política Internacional, UAM.
Estados Unidos advierte a la OEA sobre la credibilidad de las elecciones
Los comicios del 7 de noviembre “han perdido toda credibilidad y no son más que una farsa”, afirmó el representante de Estados Unidos Bradley A. Freden con motivo de la presentación del último informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ante el Consejo Permanente de la OEA.
Ortega, quien gobierna desde hace 14 años, se presenta a los comicios junto con su esposa Rosario Murillo frente a cinco partidos derechistas prácticamente desconocidos para los nicaragüenses.
La oposición ha quedado excluida: siete candidatos presidenciales están detenidos y tres partidos fueron ilegalizados.
Washington llama a la OEA a seguir movilizándose para que Managua afronte “consecuencias reales” por “ignorar” las múltiples resoluciones que piden democracia y respeto de los derechos humanos en el país centroamericano.
A pocos días de los comicios, la presidenta de la CIDH, Antonia Urrejola, afirmó que el proceso electoral “no cumple con los estándares interamericanos para garantizar elecciones libres, justas, transparentes y pluralistas”.
La concentración del poder por el Ejecutivo ha facilitado que Nicaragua se transforme en un estado policial de facto en un país en el que todas las instituciones responden a las decisiones del Ejecutivo”, aseguró Urrejola al presentar ante la OEA el informe hecho público la semana pasada.
Nicaragua pidió la palabra al comienzo del Consejo Permanente para exponer los motivos por los que decidía no intervenir ulteriormente durante la sesión.
Michael Campbell, quien habló en nombre de su país, hizo un alegato en contra del informe, que tachó de “guión malvado, manipulador y notoriamente sesgado”.
Da “forma -añadió- a la excusa para agredir y justificar políticas y acciones interventoras” cuyo objetivo fundamental es “sobre todo separar a la población de Nicaragua de su gobierno para instalar un gobierno de facto”.
El Gobierno nicaragüense considera que las manifestaciones multitudinarias de 2018, que reclamaban la dimisión de Ortega y se saldaron con 328 muertos, 1.614 detenidos y más de 100 mil exiliados, según la CIDH, fueron un intento de golpe de Estado contra Ortega.
Además de Estados Unidos, en esta sesión solo han pedido el uso de la palabra Costa Rica, Uruguay y Canadá, que considera que los resultados electorales “son ilegítimos”.