Reportajes especiales

Luché, me motivé y lo superé: guerrera que venció al cáncer de mama

Hoy, 19 de octubre, se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama. Esta fecha es significativa para Karina Camacho, quien fue diagnosticada con la enfermedad hace ocho años, cuando tenía 33 años, y hoy puede decir que lo ha superado.

Fui diagnosticada con cáncer de mama hace ocho años, no fue nada fácil recibir el diagnóstico. Afortunadamente los doctores actuaron muy rápido y gracias a eso pude recibir tratamiento a tiempo”, comentó Karina.

 

Todo suma

Poco tiempo después de su diagnóstico, Karina tuvo que someterse a una mastectomía radical unilateral, seguido de quimioterapias y tratamiento oral por cinco años. Este fue un proceso íntimamente físico y emocionalmente complejos. Decidió acompañarse de todo lo que fuera posible para salvar su vida y sentirse mejor.

Durante este tiempo, también recurrí a medicina alternativa (aunque no desde el principio), comencé con terapia cuántica, que se basa en el tratamiento integral del cuerpo, la mente y las emociones, ya que todo influye en poder salir adelante de esta enfermedad; también reiki, flores de Bach, bueno, hasta un chamán para una limpia, recurrí a todo lo que pude para poder sentirme bien”, relató Karina.

Para ella todo sumó. Acercarse a otro tipo de terapias contribuyó a fortalecer su cuerpo y mente endebles por las quimioterapias.

“He pensado que todo eso fue lo que me ayudó a mejorar y no estar tan mal durante todo el tiempo que tuve que estar bajo tratamiento pues las quimioterapias debilitan mucho al cuerpo y al tomar también las otras alternativas, siento que me ayudaron a no sentirme tan mal, a no debilitarme tanto y a mantener mi sistema inmunológico lo más fuerte posible”, confesó.

 

La alimentación es elemental

Comer los alimentos adecuados durante y después de un tratamiento contra cáncer puede ayudar a que la paciente se sienta mejor y más fuerte. Estos nutrientes incluyen proteínas, grasas, carbohidratos, agua, vitaminas, y minerales.

“Desde el día del diagnóstico consulté a un nutriólogo para poder estar alimentada lo mejor posible en todas las etapas, ya que tuve que seguir un régimen antes de la operación y las quimios, otro durante las sesiones de quimio y otro después de terminar con esos ciclos”.

“Tuve que hacer cambios importantes en mi alimentación, especialmente durante los primeros cinco años (que es el plazo que nos dan a los que tuvimos cáncer para decir que la posibilidad de reincidencia es mínima). Tuve que dejar de consumir azúcar refinada, carne de res y puerco y en general, comer más sanamente. No fue nada fácil, pues antes comía todo lo que quisiera y de un día para otro, tuve que hacer cambios radicales. Ahora, después de este tiempo, ya puedo consumir de todo, pero con moderación”, así lo vivió Karina.

 

La buena actitud

Un diagnóstico de cáncer puede afectar la salud emocional del enfermo, su familia y quienes están cercanos. En general hay sentimientos de ansiedad, angustia y depresión, a los que hay que superar constantemente para poder mantener los cuidados que se necesitan.

Es muy importante estar convencida del tratamiento a seguir y tratar de mantener una buena actitud, aunque es difícil. Al principio estuve muy enojada y no quería ningún tratamiento, incluso, cuando ya estaba en quimios, pensé en dejarlas porque el malestar era muy fuerte, pero gracias a mi familia, las terapias alternativas, la psicóloga y a la gente que conocí en el camino, cambié de actitud y me convencí de que iba a estar todo mejor”, compartió Karina.

 

Compromiso y fortaleza familiar

Fuerza de voluntad, constancia, disciplina y compromiso con uno mismo, son la clave para obtener buenos resultados. Así lo entendió Karina:

“Y seguí el tratamiento al pie de la letra, no me salté consultas, ni quimios, ni pastillas, nada, todo lo seguí como todos los doctores recomendaron y aunque no podía comer de todo, porque muchas cosas me daban náuseas, siempre trataba de hacerlo bien”.

Aun cuando Karina ya no está en tratamiento, nunca la darán de alta, eso es parte del protocolo de seguimiento de un paciente con cáncer. Sin embargo, debe seguir en revisiones anuales con médicos de diferentes especialidades, para verificar que el cáncer no vuelva al mismo lugar o en otra parte del cuerpo.

Es muy importante no dejar de hacerlo [revisarse] pues en caso de que hubiera algo mal, se puede atender a tiempo”, comentó Karina.

Cada quien sabe lo difícil que puede ser combatir en el día a día, tomar decisiones, caminar el proceso con valor y asumir lo que va pasando. En el camino, Karina se encontró con personas que llegaron en el momento indicado y quienes la alentaron a continuar.

“Superar la enfermedad fue un camino largo y en ocasiones difícil, pero lo que creo que me ayudó fue primero, un buen y rápido diagnóstico, leí mucho, pregunté mucho (a todos los doctores, a personas que ya habían pasado por esto antes), tuve siempre a mi familia y muchos amigos apoyándome”, consideró Karina.

 

Luz aún en la oscuridad

Como todo en la vida, hay una parte dura y oscura, pero también es posible vislumbrar algo positivo. Para Karina, reveló, la enfermedad le dejó una vida con alimentación sana y ejercicio, “he aprendido a escuchar a mi cuerpo y no exigirle tanto”.

“Tuve que entender que vencer al cáncer era solo mi responsabilidad, porque, aunque tenía y tengo una red de apoyo enorme, nadie podía decidir si tomaba o no los tratamientos, si seguía o no las indicaciones y pasar por todo el proceso”.

Aprendí que todo tiene un proceso y que por más que quiera y desespere, tengo que esperar y pasar por cada etapa para poder llegar al final del camino. Ahora soy más agradecida por mi salud, la salud de los que me rodean, por lo que tengo y por las personas que tengo a mi lado. Definitivamente el cáncer es algo que me cambió para siempre”, externó.

Tras haber superado la enfermedad Karina siente una fuerza mayor, como nunca antes.

“Tuve mucho temor porque creí que no aguantaría el tratamiento, pero me di cuenta de que soy mucho más fuerte de lo que creo y que después de superar el cáncer, puedo superar lo que sea. Si fuera una súper heroína sería la ‘Mujer Maravilla’, es súper fuerte, inteligente, además vuela y se recupera rápido de las heridas. Siempre digo que el cuerpo es maravilloso, pero el mío más”.

 

Un mensaje de aliento de una guerrera rosa

[A todas quienes están pasando por un cáncer] les diría que está bien enojarse, sentir miedo, llorar y pasarla mal por recibir el diagnóstico, porque el tratamiento a veces es largo y difícil, porque habrá días malos, pero también habrá días muy buenos y se valoran mucho.

La buena noticia, es que todo pasa. Los malestares, el dolor y la enfermedad, también pasarán.

Es importante tener una buena red de apoyo y rodearse de gente buena y que las quiera, no den lugar a personas que no deseen su bienestar.

Lean mucho sobre la enfermedad, pregunten a sus doctores todo lo que necesiten saber, porque no siempre nos dicen todo, ninguna pregunta está de más.

Externen sus sentimientos, su malestar y si algo duele, díganlo, el tener cáncer no es sinónimo de vivir con dolor.

No teman pedir ayuda, a algún familiar, amigos, psicólogos, a quien prefieran, es una situación difícil y si se pasa por ella con compañía y ayuda, es mucho más llevadera.

No se salten consultas, estudios, revisiones, todas son importantes y contribuyen a que mejoremos.

Algo muy importante, sean pacientes con la respuesta de su cuerpo, no siempre se repone con la rapidez que queremos, pero no hay que presionar y dejar que todo tome su tiempo, en algún momento todo estará bien otra vez.

Y piensen que somos muchas personas las que hemos pasado por un proceso similar y hoy estamos sanas y vivas y ustedes también lo lograrán, un día podrán decir ESTOY LIBRE DE CÁNCER.

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