Agenda Politécnica

Bacterias contribuyen a eliminar toxinas producidas por hongos

Desde el Centro de Investigación en Biotecnología Aplicada, el CIBA, del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en el estado de Tlaxcala, se explica como un equipo de bacterias se encuentra listo para combatir toxinas que produce un hongo que se encuentra en el forraje destinado para el ganado vacuno.

En el mundo, más del 50% del forraje almacenado, destinado para la alimentación de los animales, se encuentra contaminado por diferentes hongos.

 

Estos hongos producen micotoxinas, que son toxinas muy estables, tan estables que a veces ahí se pueden ir pasando a través de un animal que consume su forraje, a su carne y a su leche, finalmente puede llegarnos a nosotros y también contaminarnos’’, consideró Guillermo Cruz Nicolás, profesor investigador del Centro de Investigación en Biotecnología Aplicada CIBA, del IPN

El doctor Guillermo Cruz Nicolás, en vinculación con una empresa mexicana, han desarrollado el primer producto nacional para combatir estos hongos.

 

En ese sentido, nosotros buscamos a la empresa Nutek, es una empresa que se ubica en Tehuacán, Puebla, y con ella nos hemos vinculado a través de convenios específicos de colaboración para desarrollar este proyecto de investigación’’, consideró Guillermo Cruz Nicolás, profesor investigador del Centro de Investigación en Biotecnología Aplicada CIBA, del IPN.

Al tener Tlaxcala una zona agavera, las bacterias se obtuvieron del aguamiel y del pulque.

El doctor Guillermo Cruz Nicolás, agregó que  “las bacterias generan ácidos orgánicos: ácido láctico, acético propiónico, entonces cuando uno inocula estas bacterias en un sistema de forrajes para hacer un ensilado, lo que hace es generar un ambiente de anaerobiosis que no permita el crecimiento de esos hongos y de esas levaduras o bacterias tóxicas.

En laboratorio se crearon medios para medir el ambiente en el que crecían mejor las bacterias, y producían mayor ácido láctico.

Asimismo, se observó que con este consorcio o grupo de bacterias, el forraje no se pudre fácilmente, mejora su sabor y se convierte en un suplemento alimenticio.

 

Nosotros hemos encontrado hasta un aroma a cítricos, que déjeme decirle que hasta se antoja comerlos. entonces lo que promueve es una mayor palatabilidad para que el animal, el bovino, pueda consumir mejor ese alimento, en vez de deteriorarlo lo conserva mejor y aumenta ese sabor, también aumenta sus propiedades en el valor nutricional’’, afirmó Guillermo Cruz Nicolás, profesor investigador del Centro de Investigación en Biotecnología Aplicada CIBA, del IPN

El producto ya está terminado por ahora, se trabaja en incrementar su conservación a dos años, una vez que esté envasado, y producirlo a nivel industrial.

 

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