Estrés por confinamiento eleva trastornos del sueño
En estos tiempos de coronavirus, el estrés se ha elevado y con ello los trastornos del sueño.
El confinamiento, la depresión, las pérdidas, la ansiedad y la incertidumbre nos lleva a tener un mayor número de pesadillas.
La pandemia nos ha llevado a cambiar de hábitos, como trabajar o estudiar en casa y a mantener un distanciamiento social prolongado.
Hemos tenido que permanecer por largo tiempo en distanciamiento social y en casa. Lo anterior favorece a la presentación, en algunas personas, de estrés, angustia y ansiedad. A esto debemos agregar que los hábitos de muchas personas han cambiado drásticamente, entre ellos el sueño”, dijo Héctor Martínez Jasso, profesor de psicología en el IPN.
Así, la falta de concentración, somnolencia y fatiga durante el día, son resultado de sueños más vívidos y angustiantes.
Las pesadillas son un fenómeno que suele ser perturbador para la persona y que se presentan durante la segunda mitad del sueño, particularmente en la fase de movimiento ocular rápido, donde existe una alta actividad cerebral y nuestro cuerpo permanece inmóvil”, señaló Héctor Martínez Jasso.
Es en esta etapa que el inconsciente libera imágenes amenazantes que nos llenan de miedo y preocupación.
Algunos especialistas señalan que es la forma que tiene el cerebro de procesar y liberar el estrés que generamos despiertos.
Las pesadillas están asociadas a factores como eventos adversos o traumáticos, como puede ser un asalto un sismo o un fallecimiento, al estrés o tensión ambientales como el ruido y la iluminación, a factores alimenticios como comidas abundantes y consumo de alcohol, pero también pueden estar asociadas a una gran exposición a información sobre la emergencia sanitaria”, indicó Héctor Martínez Jasso.
Es aconsejable estar bien informados, pero debemos limitarnos, evitar noticias alarmistas y falsas que nos lleven a una mayor ansiedad.
Para mejorar la calidad del sueño y reducir las pesadillas, se recomienda fijar horarios para dormir y despertar, evitar siestas largas en el día, realizar ejercicios de relajación y tomar duchas de agua tibia antes de dormir.
Algunos puntos importantes que no debemos olvidar son, comprender que estas medidas sanitarias son para nuestro bienestar, evitar contenidos de información que nos estresen, practicar la convivencia familiar, hacer actividades agradables y mantenernos ocupados casi todo el tiempo”, explicó Héctor Martínez Jasso.
Generalmente, las pesadillas son controlables, se vuelven más ligeras cuando nos atrevemos a contarlas o a escribirlas.
Pero, si persisten es momento de acudir con un especialista.