Valle de México

Se llevó a cabo el primer concurso de fonomímica en cárceles de CDMX

Un día, confían, saldrán y podrán retribuirle a la sociedad, ¿Cómo? Con su talento.

En los últimos cuatro meses, Adriana cosió una a una las lentejuelas de su vestuario, ensayó dos horas diarias los pasos de su cantante favorita, Mariana Seoane, y soñó con un día interpretarla en libertad, fuera del Reclusorio Preventivo Varonil Norte.

Hoy, tras ganar el “Primer concurso interreclusorios fonomímica” del sistema penitenciario de Ciudad de México, una actividad recreativa en la que participaron más de 50 personas privadas de la libertad confía en que muy pronto lo logrará.

“Es algo que me gusta hacer, bailar, travestirme, imitar y era la oportunidad de hacer muchas cosas que me gustan. Me gustaría seguir bailando, dar clases, ¿por qué no?, dar show, hacerlo más profesional esto cada vez”, señaló Adriana.

Para Adriana y las demás personas en reclusión, esta fue una oportunidad para expresar su identidad sexual, pero, sobre todo, exigir respeto para la comunidad LGBTTIQ+ dentro y fuera de los centros penitenciarios.

“Somos personas que sentimos, hacemos cosas y a veces la sociedad no lo ve así, y no se dan cuenta que a veces nosotras las chicas trans, los chicos gay, no se dan cuenta que tenemos muchas habilidades para muchas cosas”, dijo Karla quien interpreta a Gloria Trevi.

El respeto es lo más importante ante la inclusión, para nosotros es importante la inclusión de todos y somos muy respetuosos de los diferentes grupos y preferencias también que existen”, puntualizó Enrique Serrano, subsecretario del Sistema Penitenciario de CDMX.

Sin duda, la presea más anhelada es ser libre.

Así lo sintió Josué mientras se caracterizaba como Daddy Yankee y vestía la ropa que usó un día antes de que fuera condenado a más de 20 años de prisión, en el centro varonil de reinserción social.

“Quise ponerme eso y decir que se puede todavía echarle ganas, ¿no?, que después de un error, nos podemos volver a reinsertar a la sociedad, por lo cual vengo a competir y a portarme bien”, señaló Josué.

Un día, confían, saldrán y podrán retribuirle a la sociedad, ¿Cómo? Con su talento.

“Porque un encierro es un encierro, entonces, esto te sirve para valorar muchas cosas que a lo mejor en su momento en la calle no valorabas, ¿no?, entonces el día de mañana que salga es para hacer cosas mejores”, agregó Karla.

“Me encuentro solitario Navidad y Noche Buena, sufriendo y llorando, pues pagando mi condena, pero cuando salga les diré que valió la pena”, concluyó Josué.

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