Arrecifes de coral, uno de los ecosistemas más afectados por la actividad humana
Para mantenerse estables, los corales requieren agua limpia, temperatura adecuada, suficiente luz y poblaciones saludables de vida silvestre.
El aumento de la temperatura en los océanos del mundo pone en riesgo a 60% de los arrecifes de coral en las próximas tres décadas. Los arrecifes ocupan 0.5% del fondo marino, pero su contribución es fundamental, ya que dan alimento a todos los niveles de la cadena alimenticia.
De ellos depende un cuarto de la vida del mar y unos 250 millones de personas.
“Si nosotros los perdemos, básicamente todos los animales asociados a esta estructura tridimensional no van a estar ahí, porque ahí no van a encontrar su comida, abrigo, un hábitat y con eso perdemos especies pesqueras, ya no hay qué pescar y además todos los servicios de turismo y todo lo relacionado con los arrecifes”, mencionó Miguel Rivas, director de Campaña de Santuarios Marinos, Oceana México.
Para mantenerse estables, los corales requieren agua limpia, temperatura adecuada, suficiente luz y poblaciones saludables de vida silvestre.
Pero los peligros los acechan ola tras ola: el cambio climático, la sedimentación, es decir la acumulación de materiales, las prácticas pesqueras destructivas, la contaminación y el turismo.
La acidificación del océano y las altas temperaturas sólo abonan a las dificultades que enfrentan los arrecifes de coral.
“Estás aguas más estresantes y más calientes, hacen que estos animales entren en un periodo de estrés, un estrés térmico, porque están fuera de su zona de confort, fuera del PH y la temperatura que necesitan para sobrevivir”, detalló Rivas.
En Australia, la gran barrera de coral, estructura viviente más grande de la tierra, con tres mil kilómetros cuadrados de extensión, tiene al 90% de sus corales enfermos.
“La mayoría de los arrecifes estudiados desde Hinchinbrook hasta Bowen estaban gravemente blanqueados con alguna mortalidad observada en algunos de estos arrecifes”, aseguró David Wachenfeld, jefe científico del Parque Marino de la Gran Barrera de Coral.
Miguel Rivas, director de Campaña de Santuarios Marinos, Oceana México, también mencionó que los arrecifes funcionan como barrera. Los sitios con arrecifes de coral muy saludables o en buen estado, pueden tener amortiguamiento de tormentas, marejadas, huracanes y otros fenómenos meteorológicos.
Las y los expertos mantienen la esperanza en descubrir arrecifes sanos, de hecho, algunos países buscan restaurar arrecifes en ambientes controlados.
“Pueden jugar un papel clave, por ejemplo, como refugio para algunos peces para que puedan reproducirse, o para actuar como viveros para otras especies”, mencionó Laetitia Hedouin, bióloga marina especializada en corales.
En Florida, Estados Unidos, hace 10 años la población de corales cerebro se redujo hasta 90% por una enfermedad, por lo que actualmente busca restaurar ese ecosistema marino en un ambiente controlado.
“En este momento, lo que estamos haciendo es mantener los corales seguros y saludables bajo nuestro cuidado”, dijo Justin Zimmerman, supervisor, Centro de Rescate de Coral de Florida.
En México, los arrecifes ocupan un área estimada de casi mil 800 kilómetros cuadrados, desde Baja California hasta Oaxaca, en la costa del Pacífico.
Costa del Pacífico: Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Colima, Jalisco, Michoacán, Guerrero y Oaxaca
También tienen presencia en Veracruz y Campeche, en el Golfo de México; y en Yucatán, la Isla Contoy, Xcalak y Banco Chinchorro.
Científicos mexicanos reportan que durante los últimos 40 años los corales constructores de arrecifes disminuyeron más de 50% por la presencia de sargazo y el crecimiento de complejos urbanos y turísticos.