Descubren cinco supernovas que estaban ocultas a la luz óptica
Datos del recientemente retirado telescopio espacial Spitzer de la NASA revelan la detección de cinco supernovas que nunca antes se habían visto sin ser detectadas en la luz óptica.
Spitzer vio el Universo en luz infrarroja, que atraviesa las nubes de polvo que bloquean la luz óptica, el tipo de luz que ven nuestros ojos y que las supernovas despejadas irradian con mayor intensidad.
Los tipos de supernovas detectadas por Spitzer se conocen como supernovas de colapso del núcleo, que involucran estrellas gigantes con al menos ocho veces la masa del Sol.
A medida que envejecen y sus núcleos se llenan de hierro, las grandes estrellas ya no pueden producir suficiente energía para resistir su propia gravedad, y sus núcleos colapsan, repentina y catastróficamente.
Cabe suponer que las supernovas serían difíciles de pasar por alto.
Sin embargo, el número de estas explosiones observadas en las partes distantes del Universo está muy por debajo de las predicciones de los astrofísicos.
Para buscar supernovas ocultas, los investigadores analizaron las observaciones de Spitzer de 40 galaxias polvorientas.
Basado en el número que encontraron en estas galaxias, el estudio confirma que las supernovas ocurren con tanta frecuencia como los científicos esperan que ocurran.
Esta expectativa se basa en la comprensión actual de los científicos sobre cómo evolucionan las estrellas.
Estudios como este son necesarios para mejorar esa comprensión, ya sea reforzando o desafiando ciertos aspectos de la misma.
Estos resultados con Spitzer muestran que los estudios ópticos en los que hemos confiado durante mucho tiempo para detectar supernovas pierden hasta la mitad de las explosiones estelares que ocurren en el universo”, dijo Ori Fox, científico del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial en Baltimore.
Es una muy buena noticia que la cantidad de supernovas que estamos viendo con Spitzer sea estadísticamente consistente con las predicciones teóricas”, agregó.
El polvo en los LIRG y ULIRG absorbe la luz óptica de objetos como las supernovas, pero permite que la luz infrarroja de estos mismos objetos pase sin obstrucciones para que los telescopios como Spitzer la detecten.