Ciencia

Llevarse arena de la playa afecta el ecosistema

La reducción de la arena conlleva consecuencias graves para el medio ambiente.


La arena de las playas parece un recurso ilimitado, pero la estamos utilizando a un ritmo insostenible.

En México, algunas playas de la Península de Yucatán han reportado problemas respecto a la cantidad de arena que tenían hace unos años. Como respuesta a esto, se lanzó una iniciativa para prohibir la extracción de arena y penalizar a las personas que lo hicieran; sin embargo, sólo quedó como una recomendación.

Actualmente los delitos ambientales, con multas establecidas, no mencionan la extracción de arena de las playas. Lo recomendable es no llevarse la arena de las playas, si cada visitante hace lo mismo, esto se convertiría en un problema ambiental. 

En 2020, el Senado exhortó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), para que refuercen las acciones y atiendan las medidas implementadas a efecto de evitar la explotación ilegal de la arena en las playas y dunas de las costas del estado de Quintana Roo.

Problema mundial

La sobreexplotación de este recurso natural y la falta de regulación en el saqueo y su contrabando se ha convertido en un foco de atención para los gobiernos ante el daño ecológico irreversible que esta práctica origina en los ecosistemas de donde se extrae.

A nivel mundial, existe una franca preocupación sobre los problemas que se han generado en torno a la arena, debido a que es uno de los recursos con más demanda por su utilización para diversas actividades tales como: la fabricación de aparatos electrónicos, o de vidrio, así como para la construcción. Por esta razón, este material tiene mucha demanda, en especial en los lugares donde se ve constantemente el crecimiento y desarrollo de las ciudades.

El programa para el Medio Ambiente de la Organización de las Naciones Unidas considera que “la arena es el recurso más utilizado en el planeta después del aire y el agua. Cada casa, represa, camino, copa de vino o celular contiene este material. 50 mil millones de toneladas de arena y grava se utilizan en el mundo cada año”.

Sin embargo, su extracción masiva ha provocado graves daños medioambientales, así como el desarrollo de peligrosas mafias que operan y comercializan con ella de forma descontrolada.

El mayor problema del tráfico y explotación de la arena, son las consecuencias irreversibles en áreas naturales por la utilización sin medida de este recurso, ya que se estima que entre 75% a 90% de las playas del mundo se están reduciendo.

El Senado de la República señala que la reducción de la arena conlleva consecuencias graves para el medio ambiente como:

  • Biodiversidad: al desaparecer las playas y las riberas de los ríos, muchas especies pierden su hábitat natural.
  • Pérdida de terrenos: desaparecen islas tanto en el interior como en las zonas costeras.
  • Hidrológicos: los ríos cambian su cauce, aparecen crecidas e inundaciones, así como alteraciones en los ciclos de las mareas.
  • Calidad del agua: con los corrimientos de tierra, el agua puede contaminarse y dejar de ser apta para el consumo humano.
  • Infraestructuras: las crecidas de los ríos causan daños en puentes, casas, embarcaderos y embalses.
  • Climáticos: a través de la contaminación por la extracción de la arena, así como por la producción de cemento.
  • Paisajísticos: erosión de la costa, cambios en deltas y desembocaduras de ríos.
  • Disminución de protección contra eventos extremos: al destruir playas y riberas de los ríos, las inundaciones, sequías, tormentas marítimas con gran oleaje, etc. tienen un mayor efecto.

Por eso es mejor evitar llevar la arena de las playas y no afectar al ecosistema.

A través de campañas de comunicación, la Profepa hace esfuerzos para sensibilizar a la población sobre la importancia de disfrutar de la naturaleza sin dañarla, esto involucra no llevarse la arena de mar; las conchas y caracolas; vender o comprar huevos de tortuga, etc.

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