Este 16 de mayo se cumplieron 189 años de la primera presidencia de Antonio López de Santa Anna, un personaje de la historia política mexicana que estuvo presente en momentos cruciales que marcaron la formación de México.
La trascendencia para bien o para mal de este personaje histórico es clara, pero ¿qué lugar ocupa en la historia de México?
En entrevista para Once Noticias, Pavel Navarro, profesor-investigador adscrito al Museo Nacional de las Intervenciones del INAH, comentó que se han cometido exageraciones, como el que se diga que fue 11 veces presidente cuando en realidad sólo fueron cinco.
“El trabajo político de Santa Anna era dispendioso, relajado, él prefería jugar a los gallos, no era alguien que enfrentara los problemas, delegaba y se iba a su hacienda en Manga del Clavo a desván. Aunque algunos defectos son ciertos, enmarcarlo como villano hizo que no fuera estudiado correctamente. La leyenda de sus vicios fueron opacando sus acciones”, declaró.
¿Sus mayores pecados?
El Dr. en Historia señaló que uno de los grandes pecados de Antonio López de Santa Anna fue su actuación en la invasión estadounidense y la venta de La Mesilla.
“Viéndolo desde la mirada contemporánea, la corrupción en los periodos de su gobierno fueron notorios, hubo desfalcos de las arcas públicas. La pérdida del territorio es algo que se le achaca a él, por ser el comandante en jefe del Ejército mexicano”, señaló.
Además comentó que fue su última etapa en donde más se reflejaron sus vicios, en 1853. Persecución contra grupos políticos y prohibición a la libertad de expresión lo consolidaron como villano. Explicó que ese momento es cuando pasa a ser su “Alteza Serenísima”, esto marca el legado histórico de Santa Anna.
¿Es Santa Anna el responsable de la pérdida del territorio?
“En algún momento se le culpó, pero estudiándolo notas que como militar tenía virtudes y defectos. Tenía la capacidad de armar ejércitos de un momento a otro, en la campaña militar del norte armó un ejército en la Angostura, en el Golfo armó otro y en Ciudad de México también. El ego y las pugnas políticas hicieron que se eligiera mal el territorio de confrontación en muchas ocasiones, se dejaron ver disputas como con el general Valencia en Padierna”, dijo Pavel Navarro.
El historiador señaló que no se puede responsabilizar de todas las circunstancias de la guerra a Santa Anna, se ha estudiado a fondo el conflicto desde varias perspectivas, se ha visto que México tenía ventaja numérica y estructuras defensivas, pero consideró que la guerra se perdió por desarticulación del Ejército Mexicano y la poca unión nacional que hubo para enfrentar a los invasores.
Por otro lado, mencionó que la expansión estadounidense hacía inevitable la invasión a México, si no hubiera sido en 1846, hubiera sido en los próximos años, ya que Estados Unidos buscaba consolidar su economía expandiéndose hacia el oeste.
“La venta de La Mesilla que se le recrimina tanto, fue una venta a las malas, los norteamericanos no quedaron conformes con lo estipulado en el tratado Guadalupe-Hidalgo (tratado donde se cedió territorio) por lo que prácticamente forzaron la compra. México no estaba listo para otra guerra, cosa que Santa Anna sabía, por lo que tuvo que ceder ante el imperialismo estadounidense”, explicó.
También externó que Santa Anna fue un personaje de vacilaciones, vaivenes y traiciones, incluso abandonó a su vicepresidente Valentín Gómez Farías en dos ocasiones. Fue factor que aún no se consolidaba el sistema de partidos.
“Santa Anna forma parte del nacimiento de México, con sus virtudes y sus vicios formó parte de un proceso trascendental del país. Fue un personaje que dejó muchos enemigos en todos los bandos posibles debido a sus múltiples traiciones, lo que nos da una idea de lo turbulenta que fue esa época”, expresó el especialista.
El académico Pavel Navarro finalizó comentado que el estudio personalista de la guerra dio como Antonio López de Santa Anna como un gran traidor a la patria.