Cultura

“Contar historias, no sólo muertos en la nota roja”

Inauguran exposición sobre 'Nota Roja' en Ciudad de México; reúne el trabajo de seis fotorreporteros.

Suicidios, víctimas de atropellamiento, homicidios, feminicidios, cuerpos y rostros ensangrentados encontrados todos los días en las calles y sobre el pavimento de esta enorme metrópoli.

Detrás de esas imágenes, que pueden resultar escandalosas, hay historias, nombres y dolores compartidos ante una sociedad inerte y ansiosa de saciar su curiosidad ante los detalles del más vil crimen y la sangre púrpura.

La nota roja causa estragos, incómoda, exhibe y suele ser satanizada debido a la explícita violencia que se observa en las imágenes.

Sin embargo, es un género que desenmascara la narrativa oficial al dar cuenta de una realidad atroz que atraviesa a cada habitante de esta ciudad; la violencia.

En medio de este escenario irrumpe la figura del fotorreportero quien da cuenta de esta situación a través de capturar la imagen, de contar la historia: se convierte en un medium, pero también pasa de ser espectador a testigo.

Bajo este escenario llega la exposición colectiva Dulce Violencia: Nota Roja en Ciudad de México que reúne el trabajo de seis fotoperiodistas, que han trabajado en diversos medios y cuya trayectoria, de al menos 10 años, es un punto de encuentro. El Faro Cosmos es el espacio que alberga esta exposición. Reúne 45 fotografías.

Valorar la nota roja para contar historias: más allá del morbo

Jair Cabrera Torres, fotoperiodista de La Jornada, en entrevista con Once Noticias señaló que esta exposición busca revalorar a la nota roja, porque en los medios impresos siempre sobresale el amarillismo y el morbo, pero considera que el sentido de retratar la muerte y la tragedia es un trabajo más profundo: se trata de contar las historias de las personas.

“La muerte se vive […] es una parte muy sensible que atraviesa a todos y todas. Buscamos retratar la muerte, no de forma cruda sino bajo un ojo distinto. Se tiene la creencia de que somos insensibles, pero la muerte nos atraviesa  […] nos acerca, sabemos que tienen un nombre y rostro no son sólo las cifras”, señaló.

Ernesto Álvarez, fotoreportero de El Universal Gráfico, señaló que esta exposición surgió como una oportunidad colectiva para llevar su trabajo fuera del espacio habitual de la publicación en los medios.

Álvarez considera que la nota roja ocupa un lugar fundamental en nuestro país. Señaló que son los fotoreporteros quienes juegan un papel fundamental para contar esos crímenes, para dar cuenta y fe de su ocurrencia, pero también para abonar a un servicio a la comunidad al generar un material de memoria colectiva.

“Hay que gente que pudo encontrar a su familiar gracias a los medios de su comunicación, no por autoridades. Esa es la importancia de la nota en nuestro país”, expresó.

Además dijo que no sólo cubren la guerra, que asola desde 2007, sino la ocurrencia de la muerte que sorprende a cualquier persona y en cualquier lugar.

Dulce Violencia, una alegoría de la tragedia

Alejandro Saldívar, curador de esta exposición, compartió al medio que el nombre de esta exposición deriva del título de un libro del crítico  cultural Terry Eagleton, Dulce violencia: la idea de lo trágico.

Dijo que está dividida en seis núcleos que trazan una lectura sobre la actividad fotográfica de estos fotoreporteros: María Eugenia Martínez, Ernesto Álvarez, Samuel Luna, Jair Cabrera, Alberto Jiménez y Elthon García.

Relató que las fotografías están acompañadas por testimonios de testigos en las escenas de los crímenes, además de los textos de reporteras y reporteros que se han encargado de llevar al texto la crudeza de la violencia a través de la agilidad de la crónica.

La violencia sobre fotoperiodistas

Los entrevistados coincidieron en que el oficio al que se dedican no está absuelto de la violencia que deriva, principalmente, de las autoridades, pero también de paramédicos o incluso de familiares que se molestan por el ejercicio del trabajo fotoperiodístico.

Tanto Ernesto como Jair coincidieron en que esa violencia responde a querer censurar la información por parte de la policía.

 “Piensan que si no se retrata a la gente no va a morir, es importante porque es una forma de contar la historia de una ciudad a través de la tragedia”, concluyó.

Dulce violencia. Nota Roja en Ciudad de México estará expuesta hasta el próximo 3 de septiembre en Faro Cosmos, ubicado en Calzada México Tacuba s/n, en la alcaldía Miguel Hidalgo, en la antigua sede del cine Cosmos.

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