CulturaTendencias

Día de la Candelaria: tradición viva que une fe, identidad y economía

La festividad, que combina tradiciones católicas y mesoamericanas, genera una derrama de más de mil 500 millones de pesos.

La festividad del Día de la Candelaria, que se celebra cada 2 de febrero, mantiene su vigencia gracias a su profundo arraigo cultural y su evolución a lo largo del tiempo, combinando elementos religiosos, identitarios y festivos.

De acuerdo con María Angélica Galicia Gordillo, investigadora del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la adaptación de esta celebración por las generaciones recientes ha fortalecido su perdurabilidad, convirtiéndola en un evento que trasciende lo religioso.

Desde la época colonial, la festividad ha sido un ejemplo de sincretismo cultural, al fusionar tradiciones católicas traídas por los españoles con rituales mesoamericanos.

En Europa, el 2 de febrero marcaba la presentación de Jesús en el templo y la bendición de las velas, mientras que en Mesoamérica coincidía con ceremonias en honor a los cerros, considerados contenedores de vida, donde se realizaban sacrificios infantiles.

Con el proceso de evangelización, los frailes permitieron la continuidad de ciertas prácticas, sustituyendo los sacrificios por la veneración al Niño Jesús.

Uno de los símbolos más representativos del Día de la Candelaria es la comida, en especial los tamales.

La tradición de compartir este platillo está ligada a la Rosca de Reyes, donde quien encuentra la figura del Niño Jesús se compromete a ofrecer tamales el 2 de febrero.

Galicia Gordillo explica que la elección de este alimento tiene una raíz tanto en la disponibilidad de los ingredientes en la temporada como en la importancia del maíz en la cultura mesoamericana.

El impacto económico de esta celebración también es significativo. La Confederación Nacional de Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo estima que en 2025 la festividad generará una derrama económica de más de mil 500 millones de pesos en todo el país, impulsada por el consumo de tamales, atole y la compra de vestimenta para figuras del Niño Jesús.

El crecimiento de este sector gastronómico se refleja en los datos del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas del INEGI, que en 2023 registró más de 13 mil negocios dedicados a la producción y venta de tamales, en comparación con los 7 mil 224 expendios reportados en 2017.

A pesar de los cambios sociales y la modernización, la festividad del Día de la Candelaria se mantiene vigente gracias a su capacidad de adaptación, su arraigo en la tradición popular y su impacto en la economía nacional.

Back to top button