La Habana vibra con los sonidos del Festival Jazz Plaza, que celebra cuatro décadas de historia como un escaparate de los talentos más vibrantes de la escena internacional y un espacio donde convergen tradición e innovación musical.
Los vientos que resoplan han sido el aviso de la lluvia de estrellas que se han posado en los escenarios del Festival Jazz Plaza.
Por primera vez, la reconocida compañía de teatro infantil La Colmenita se sumó al festival con la obra Ricitos Valdés y los Tres Ositos en el Bosque de Irakere, un espectáculo lleno de cubanía que encantó al público, especialmente a los más pequeños.
“Me gustó la actuación, me dio un susto cuando vi ese muñeco, pero me encantaron las canciones y los sonidos”, compartió Diego, uno de los asistentes.
El espectáculo fue un homenaje al son y al baile de casino, pilares culturales de la isla.
“Estamos retomando nuestro son, nuestro baile de casino, creo que fue un espectáculo muy bonito donde sonó la cubanía y estamos muy alegres con ‘La colmenita‘ que siempre nos sorprende y remata con sus niños”, destacó Otto, otro de los espectadores.
Más allá de la música: deporte
Mientras la música llenaba los escenarios, el Malecón se convirtió en el circuito de La Vuelta a La Habana, una iniciativa para fomentar el ciclismo en la comunidad y preparar a jóvenes atletas para el Campeonato Continental en Uruguay.
“Todos los sábados nos reunimos en un lugar que tiene un circuito y entonces aquí se está tratando de recuperar de nuevo la vuelta a la Habana y estas cosas”, señaló Isaac, uno de los ciclistas participantes.
El debut internacional y la inauguración oficial
En los legendarios estudios Abdala, la pianista azerbaiyana Amina Figarova se preparó para su debut en el festival con un proyecto inspirado en las infancias africanas.
“Para mí tocar en Cuba es estar en la meca de esta increíble música. La música que vamos a tocar en el Festival de Jazz de la Habana es música inspirada en mi trabajo y en la música creada para los niños de África”, explicó Figarova.
La inauguración oficial estuvo a cargo del legendario pianista cubano Frank Fernández, quien, a sus 80 años, marcó el inicio de esta edición especial del festival, reafirmando su importancia como puente cultural entre Cuba y el mundo.