¿Qué significa crecer en la frontera? Así lo vivió el artista visual Miguel Fernández en Altar, Sonora.
“Hablando de una niñez dentro del capitalismo conviviendo con los productos que venían de allá, es oír que alguien ya se fue y no regresó y obviamente escuchar historias de gente conocida o familiares cruzaban de manera ilegal a Estados Unidos”, dijo Miguel Fernández.
Un cotidiano que vislumbró de una manera distinta al cambiar su residencia de Sonora a Beirut.
“Allá pude ver otras formas de ver el territorio y esa distancia que puse de por medio, ya cuando vuelves ves todo de manera diferente y vas construyendo, creo que hubiera sido muy distinto si no hubiera tenido la oportunidad de salir”, agregó Fernández.
Con esas experiencias a cuestas, Miguel Fernández comenzó a estudiar desde la habilidad de leer el territorio, es decir si el viento sopla de tal forma se sentirá más calor, hasta la forma de percibir el cambio del paisaje y a partir de ahí crear las prendas para el camuflaje de los migrantes.
“Aquí las llaman alpargatas, son unas pantuflas, la tela es de camuflaje y la suela es de alfombra, te la pones por encima del zapato y esa eran las que usaba la gente en los 80 para cruzar al otro lado y que ahora usan los migrantes para no dejar huellas”, puntualizó Miguel Fernández.
Bajo ese legado y realidad, Miguel Fernández presenta “La deuda, no hay dónde esconderse en campo abierto”, muestra que ocupa el Espacio Uno del Museo Marco en Monterrey.