La Feria del Chile en Nogada de Calpan en Puebla vuelve tras dos años suspendida por la pandemia de COVID-19, durante los cuatro fines de semana de agosto, y será de gran beneficio para las familias del campo poblano, que obtienen ingresos por la venta de sus productos y el turismo que genera este evento.
Participan 37 cocineras tradicionales y alrededor de 70 domicilios certificados de las 12 localidades de Calpan, entre las que destacan la cabecera municipal, San Andrés Calpan, San Mateo Ozolco y San Lucas Atzala.
De acuerdo con información de la Secretaría de Agricultura, con una producción estatal de tres mil 581 toneladas de chile poblano y un valor de 48 millones 506 mil pesos, productores del municipio están listos para participar y enaltecer el emblemático platillo nacional con la receta tradicional.
Por su privilegiada posición geográfica, en la cuenca alta del Río Atoyac, los alimentos que se cultivan en Calpan poseen sabores y texturas características que, en palabras de los pobladores, destacan sobre otras variedades utilizadas para la preparación del platillo.
En esta zona se cosecha todo lo necesario para la elaboración del chile en nogada, como manzana panochera, pera lechera, durazno criollo, nuez de Castilla, granada y el chile criollo poblano, el cual aventaja al híbrido por su aroma, picor, sabor y variedad de tamaño, de acuerdo con agricultores.
En 2021, el estado registró una superficie sembrada de 357 hectáreas de chile poblano, distribuidas en 16 municipios, encabezados por Tehuacán, Santiago Miahuatlán, Calpan, San Martín Texmelucan y Chiautzingo.
Para el tradicional platillo, que se degusta en estas fechas, también se utiliza la pera lechera que, a diferencia de otras variedades, es de tamaño pequeño y se caracteriza por sabor dulce y consistencia jugosa.
Chiles en nogada, homenaje gastronómico a la Independencia de México
De acuerdo con el arqueólogo Eduardo Merlo, en el huerto del convento franciscano de Calpan se cultivaron por primera vez los nogales traídos de España, a mediados del siglo XVI.
Con esta nuez se elabora la nogada, salsa que suele cubrir los emblemáticos chiles y que es preparada con especias, leche evaporada, cebolla, azúcar, vino blanco, aceite de oliva y pimienta negra, entre otros.
Con información de la Secretaría de Cultura, nos señal que en 1822 el general Agustín de Iturbide decidió celebrar el día de su santo en la ciudad de Puebla, por lo que las madres agustinas del convento de Santa Mónica, contagiadas de los ánimos patriotas de la época, decidieron elaborar un platillo único en esa época.
Así, preparado con queso de cabra de Tlatahuiqui, picadillo menudito de res y cerdo de la matanza de San Antonio del Puente, manzanas de Zacatlán, duraznos de Huejotzingo, peras de las huertas de los hermanos carmelitas, huevos de rancho de los gallineros de Tepeaca, nuez de Castilla de Calpan, granada cardelina de Tehuacán y perejil fresco de Atlixco, nace el primer homenaje gastronómico a la independencia de México: los chiles en nogada, con el que representaron los colores de la bandera del Ejército Trigarante.