En un novedoso formato de difusión, las secretarías de Cultura y de Relaciones Exteriores (SRE), a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de las representaciones consulares en Denver, Las Vegas, Boise y Salt Lake City, respectivamente, conmemoraron de manera virtual la Batalla del 5 de mayo de 1862, fecha que se ha vuelto emblemática no solo para los mexicanos, sino también para los connacionales que viven en Estados Unidos.
Especialistas de los museos Nacional de las Intervenciones (MNI), el Regional de Puebla y el de la No Intervención Fuerte de Loreto, acompañados por los titulares de los consulados generales de las ciudades estadounidenses antes mencionadas, rememoraron el suceso que encierra una página gloriosa de las armas nacionales y que ha cobrado una dimensión binacional.
En una transmisión virtual, que formó parte de “Contigo en la distancia”, ofrecieron un acercamiento a los lugares y objetos más representativos que formaron parte de este hecho histórico.
En una suerte de narración cronológica, el cónsul en Salt Lake City, Utah, José Borjón, destacó que la trascendencia de esta fecha va más allá de un logro militar, pues representa un momento en donde las y los mexicanos mostraron al mundo el compromiso, sacrificio e integridad en la defensa de la patria.
Calificó al 5 de mayo como una celebración binacional puesto que, desde 1863, se conmemora en Estados Unidos y en la entidad donde reside, Utah, hay una tradición muy importante que tiene lugar en el Centro Cívico Mexicano, donde se congregan las comunidades de connacionales desde 1935.
En su oportunidad, Berenice Rendón, representante consular en Denver, Colorado, abordó el contexto histórico que desembocó en la Batalla de Puebla del 5 de mayo de 1862. Subrayó que, tras la lucha de Independencia, nuestro país fue escenario de una serie de problemas políticos a causa de diversos grupos que se disputaban el poder, lo cual dio pie a la intervención estadounidense que terminó en 1848 con la pérdida del 55% del territorio nacional.
Por esta razón, aseguró que la decisión de intervenir militarmente México encarnaba también la búsqueda de Francia por contrarrestar el creciente poder de Estados Unidos.
Por otro lado, consideró que, el mensaje que el general Ignacio Zaragoza envió al presidente Benito Juárez, tras la victoria del ejército mexicano ese 5 de Mayo de 1862: “Deseo que nuestra querida patria, hoy tan desgraciada, sea feliz y respetada por las naciones”, entraña valores que hoy son la base de nuestra política exterior, como la unidad de los mexicanos frente a una invasión extranjera, la defensa de nuestra independencia y soberanía, así como la búsqueda de soluciones pacíficas a los conflictos.
El cónsul general de México en Boise, Idaho, Ricardo Gerardo Higuera, se refirió a la batalla en Cumbres de Acultzingo, hoy parte del estado de Veracruz, región serrana donde los galos perdieron a 500 hombres enfrentándose a únicamente 50 del lado mexicano. Ello, aseguró, se debió en buena parte a la ubicación estratégica de los fuertes de Loreto y Guadalupe, cuyas paredes anchas y fosos dificultaron el avance de las tropas francesas.
Finalmente, Julián Escutia Rodríguez, cónsul en Las Vegas, Nevada, ahondó en el hecho del porqué esta celebración es muy popular en Estados Unidos. Explicó que, en la década de 1960, el movimiento chicano y los mexicoamericanos, en su búsqueda de fortalecer su identidad y vínculos con nuestro país, buscaban una fecha emblemática para celebrar su “mexicanidad”.
A lo largo de la transmisión, se difundieron cápsulas sobre la batalla, las armas usadas en ella, los estandartes y otros elementos icónicos de este hito histórico que ha dado identidad a las y los mexicanos, no solo en México, sino en el vecino país del norte.