Luego de semanas de discusiones, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, llegaron a un acuerdo para incrementar la capacidad de deuda del país de 31.4 billones de dólares, durante dos años y evitar un impago.
La negociación incluye aplicar más límites al gasto federal durante el mismo periodo, nuevos requisitos laborales para los programas de prestaciones sociales y reformas de los permisos para agilizar la aprobación de proyectos de infraestructuras energéticas, tres exigencias republicanas a las que se oponían la mayoría de los demócratas.
McCarthy describió el acuerdo como “digno del pueblo estadounidense”, aunque “no obtiene todo lo que todos querían.
Dije, trabajemos juntos para poder elevar el techo de la deuda, pero curvar la cantidad de gastos para permitir que Estados Unidos pueda volver a trabajar, reducir la burocracia, obtener algunos requisitos de trabajo para ayudar a las personas a volver a trabajar. Creo que este acuerdo enmarca todo eso de limitar, ahorrar, crecer. No obtiene todo lo que todos querían, pero eso es un gobierno dividido. Ahí es donde terminamos. Creo que es un proyecto de ley muy positivo”, señaló Kevin McCarthy, presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
McCarthy reconoció que la escasa mayoría de su partido en el Congreso significa que aprobar el proyecto de ley requerirá un respaldo significativo de los demócratas para equilibrar la disidencia republicana.
Puntos clave del acuerdo
Después de días de negociaciones largas y difíciles, el acuerdo permite que ambas partes reclamen una especie de victoria. Biden lo llamó un “compromiso”, mientras que el presidente republicano de la Cámara, Kevin McCarthy, lo describió como “digno del pueblo estadounidense”.
El texto aún no fue divulgado y el acuerdo será objeto de un intenso escrutinio y debate en los próximos días en ambas filas.
Las fuentes y los informes sugieren que no se aceptaron algunas demandas de ambos bandos, como la eliminación de ciertas lagunas fiscales, solicitada por los demócratas, y la derogación de los créditos fiscales de energía limpia, que pretendían los republicanos.
El eje de la cuestión
Fuentes cercanas a las negociaciones aseguran que el acuerdo elimina el tope de deuda de 31.4 billones durante dos años, lo que significa que Biden no necesitará negociarlo nuevamente antes de las elecciones presidenciales de 2024.
El acuerdo tentativo también impone restricciones limitadas al gasto federal que complacerán a algunos republicanos, pero no ofrece los grandes recortes que querían los más conservadores y a los cuales los demócratas más progresistas se habrían resistido.
Gastos
El acuerdo mantiene el gasto no militar aproximadamente estable para el año fiscal 2024 a partir de este año, y limita el aumento en 1% para 2025, según fuentes cercanas a las negociaciones.
También mantiene los planes de la administración Biden de aumentar el gasto destinado a militares activos y retirados, en línea con la inflación.
Reducción del ente fiscal
El acuerdo también reduce los fondos asignados para la ampliación del ente Servicio de Impuestos Internos (IRS). El año pasado, el Congreso aprobó 80 mil millones de dólares para que el IRS impulsara la aplicación y supervisión de impuestos. El acuerdo del techo de deuda le recortaría 10 mil millones.
Dinero no gastado por COVID-19
El acuerdo tentativo también recuperaría algunos recursos que el Congreso asignó para la pandemia de coronavirus pero que no fueron utilizados. Una fuente cercana a las negociaciones estimó que podrían ascender a decenas de miles de millones de dólares.
No habrá cambios respecto al Medicaid, el programa de seguro médico del gobierno para los estadounidenses más desfavorecidos.
Requisitos de trabajo
El principio de acuerdo pretende aumentar los requisitos de trabajo para las personas que reciben ayudas alimentarias federales o prestaciones familiares, una victoria para el lado republicano.
Está previsto que se aumente de 49 a 54 años la edad que se requiere para que los adultos sin hijos trabajen para recibir cupones de alimentación. Como una concesión a los demócratas, se espera que el acuerdo flexibilice los requisitos para los jubilados y las personas sin hogar.