Uno de los sectores más afectados económicamente durante la pandemia fueron las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes), sin embargo, en este rubro también hay una gran división, pues en México se sabe que el trabajo informal produce 23%, de cada 100 pesos del Producto Interno Bruto (PIB).
Los comerciantes ambulantes son una de estas bases en la economía mexicana. Sin embargo, desde el comienzo de la pandemia, han tenido limitantes en sus actividades debido al distanciamiento social y el aislamiento colectivo.
Un grupo de trabajadores ambulantes explicó que el año pasado estuvieron sin trabajar por más de seis meses. Este 2021, que ya pudieron reinstalarse, fueron desalojados el pasado 3 de julio por un operativo que arrasó con los puestos de lonas y tubos.
Nosotros no tenemos ningún sueldo, nuestra única entrada de dinero es el puestecito que tenemos y no se vale que desde que iniciaron con las elecciones nos quitaron con un operativo sobre la avenida Tláhuac”, indicó Blanca Reyes, comerciante de Ciudad de México.
“No pedimos otra cosa, solo queremos trabajar. Exigimos una solución porque tenemos familias detrás de nosotros, bebes, personas con discapacidades que necesitamos mantener, algunos necesitan medicamentos y consultas y se han quedado sin ellas por que no tienen trabajo”, explicó.
Doña Elsa tiene una niña en silla de ruedas que necesita medicamentos y revisiones médicas constantes. Desde hace dos meses interrumpió su tratamiento, porque el puesto de tamales que su madre tenía quedó dentro de las patrullas.
Según datos de la Encuesta sobre el Impacto Económico Generado por COVID-19 en las Empresas, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México se cerraron un millón de Pymes, mientras que casi dos millones de estos negocios sufrieron grandes pérdidas, lo que se reflejó en el desempleo de tres millones de mexicanos.
Las causa se le atribuyen a la baja demanda de productos, a la disminución de ingresos y a la consecuente escasez de insumos y medios de transporte.