La pandemia del Covid-19 ha significado sufrimiento para muchas personas que han perdido familiares o padecido el virus.
Sin embargo, también representó una oportunidad para los emprendedores, que hicieron de la tristeza, el aislamiento y las medidas de salud, algo positivo. Una forma diferente de ver al coronavirus.
Eréndira fabrica osos de peluche con las prendas de personas fallecidas por el virus, quienes de esta manera tienen un recuerdo permanente.
Se sienten contentos, muy emocionados, con el sentimiento a flor de piel, pero encontrados a la vez, que entregas el osito, la persona de alguna manera recuerda a su ser querido y da el dolor, da la tristeza de volver a esos recuerdos”, Eréndira Guerrero.
Los ositos de Eréndira han llegado a varias entidades e incluso al extranjero, principalmente a Estados Unidos. Sus creaciones cuestan 600 pesos y algunos con mensajes de esperanza, 900 pesos. Ella ha establecido un vínculo con sus clientes, que ya son sus amigos.
Pero les gusta el trabajo que hice, les gusta lo que esa prenda representa y lógicamente yo me siento muy honrada y agradecida”, agregó.
En la Ciudad de México, Josefina, que toda su vida ha estado ligada al oficio de la costura por herencia de su madre, se anticipó a la demanda de los cubrebocas. Hoy tiene a la venta más de 300 modelos, que han portado incluso equipos de la Liga MX.
Iniciamos a hacer los cubrebocas antes de qué aquí en la ciudad de México se confirmara que teníamos el primer caso de coronavirus. En ese momento ya empezamos a hacer pocos y obviamente mi campo de 20 eran mis amigos, mis conocidos mis compañeros de trabajo y demás”, Josefina Navarro.
Además de la protección sanitaria, Josefina le inyectó a sus modelos un atractivo. También vende pijamas con cubrebocas para la gente que trabaja desde casa. Claro, perfectamente coordinados.
Si estamos obligados a ir optimizando y mejorando materiales, a buscar que nuevos modelos pueden estar en el gusto de las personas sin que se pierda esa característica que hemos estado buscando que es brindar una protección”, agregó.
En el norte del país dos jóvenes empresarios diseñaron una cabina hermética para que las parejas que se convierten en padres puedan presentar a sus bebés a familiares y amigos. Sin riesgos.
El proyecto se llama Baby Cabin Pared, un desfile de cabina para el bebé, que ha sido todo un éxito.
Y es que, si bien durante la pandemia se perdieron millones de empleos, el ingenio puede ser una herramienta útil para enfrentar al coronavirus.