Economía

Piñateros, un oficio que se resiste a sucumbir ante la pandemia

La suspensión de actividades económicas durante la pandemia del Covid-19 afectó distintos oficios tradicionales de México. Las piñatas y sus fabricantes siguen en pie gracias a su trabajo colectivo y las tradiciones mexicanas que las sostienen.

Roberto Camacho tiene más de 60 años de vida y 20 fabricando piñatas que vende en su dulcería “La Nacional” en Tequexquináhuac, una zona conocida por encontrar desde princesas hasta políticos elaborados de cartón y listos para recibir una paliza en algún festejo. Otros lugares conocidos para encontrar estas artesanías, como Galerías o La Merced permanecen cerrados durante el semáforo rojo por el repunte de la pandemia del Covid-19. Las cortinas metálicas abajo y calles vacías contrastaron con los colores y amabilidad de Tequexquináhuac, sin embargo, la falta de ventas y la crisis económica llegaron por igual.

 

Relativamente en la época decembrina es cuando se vende más. Esta pandemia ha afectado a todos. La venta bajó a un diez por ciento. Se nos dificulta todo, por ejemplo, los costos de la materia prima incrementaron un 70% y eso hace que la utilidad sea mucho menor porque el producto no se puede subir. Si se sube ya no se vende”.

“Digamos, una piñata que se vende en 170 pesos, uno se tarda un día y medio en hacerla. Si hablamos de los costos de la mano de obra, más el material, más el transporte, pues ya sólo se ganan 20 pesos por una jornada de trabajo y la piñata no se puede dar más cara. Aquí hay que estar constante y así es como vendemos”. explico el señor Camacho.

Las piñatas fueron uno de los tantos símbolos de evangelización en las comunidades originarias que permanecen hasta hoy por su mutación. Algunas hipótesis señalan que tomó auge al emparentar las fechas católicas del nacimiento de Cristo con los festejos del Panquetzalitztli, (el nacimiento de Huitzilopochtli) durante el solsticio de invierno (21 de diciembre).

Las posadas católicas pisaron los festejos a la deidad mexica y las piñatas utilizadas para ese momento simbolizaron los siete pecados derribados por la fuerza humana.

Luego del tiempo la piñata llegó a los cumpleaños, representando al demonio vencido por el santo de nuestro día. Así fue mutando hasta llegar a superhéroes o a las despedidas de solteros y tener un bailarina sobre un tubo.

 

Las piñatas que más se venden cambian, depende de la época. Por ejemplo, la más típica en esta fecha es la estrella de siente picos, pero en otro momento son los personajes de películas. La del Covid-19 es una piñata que desde el inicio de la pandemia se ha vendido mucho. La gente quiere pegarle al problema”, dice Roberto con una sonrisa bajo el cubrebocas.

Cientos de familias suspendieron sus festejos a lo largo del año para evitar los contagios del virus. “En este momento no hay ventas, no hay nada, si usted ve que día es (31 de diciembre 2020) y la poca gente que hay. Este año lo considero un año muerto para todos, varias ramas de los negocios han cerrado por las rentas elevadas, los salarios y los costos”. Señaló Roberto a Once Noticias.

 

Tequexquináhuac se fue haciendo un poco representativa porque iniciamos con las piñatas. Tuvimos que trabajar en grupo para que la gente llegue aquí. Si yo no tengo el producto lo mando a otra tienda, las cosas es que tienen que salir con su producto de aquí. Porque también hay otras zonas donde venden piñatas, está Galerías, está la Merced, pero nosotros llegamos a un acuerdo de trabajo en comunidad”, concluyó el señor Camacho.

El señor Roberto también es ingeniero químico titulado del Instituto Politécnico Nacional, él inicio con el oficio de piñatero en su familia y lo ha heredado a los más jóvenes. Agradece no haber estado enfermo él y su familia de Covid-19, en su local se marcan estrictas las reglas, uso obligatorio de cubrebocas, gel y sana distancia.

Las piñatas colgadas frente al local de la avenida Tequexquináhuac #8 se sacuden de lado a lado, pocas personas entran o preguntan por los productos, sin embargo, Roberto y Gerardo su empleado, siguen de pie junto en la calle inundada de colores entre los fuertes vientos que se llevaron el año viejo.

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