Rusia continúa reduciendo el suministro de gas a occidente, y hoy le tocó la suspensión a Letonia, mientras Moscú continúa sus ataques en el sur y este de Ucrania, un día después del bombardeo a una cárcel en la región del Donbás, donde se encontraban prisioneros de guerra ucranianos.
El Gobierno de Letonia ya había declarado recientemente su intención de suspender las importaciones de gas ruso a partir de enero de 2023 en respuesta a la invasión a Ucrania. Sin embargo, el año pasado, Letonia aún le compraba a Gazprom alrededor de 90% de sus requerimientos.
Cabe recordar que la compañía rusa redujo el pasado miércoles las entregas de gas a Europa a través del gasoducto Nord Stream a alrededor de 20% de su capacidad.
Por otra parte, ante el rechazo internacional a la incursión contra la cárcel que dejó alrededor de 50 muertos y 75 heridos, ambos países han cruzan acusaciones.
“Recibí informes hoy sobre el ataque de los ocupantes en Olenivka, región de Donetsk. Fue un crimen de guerra ruso deliberado, un asesinato masivo deliberado de prisioneros de guerra ucranianos. Más de 50 muertos”, señaló Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania.
Así mismo, las autoridades ucranianas han denunciado este sábado un ataque con más de 80 proyectiles a la ciudad de Nikopol, en el sureste del país.
“El ataque se llevó a cabo con misiles de largo alcance suministrados a Ucrania por Estados Unidos”, aseguró Ígor Konashénkov, vocero del Ministerio de Defensa Ruso.